Una investigación del Washington Post que utiliza vídeos triangulados y otros datos parece respaldar la afirmación de Israel de que la explosión en el hospital al-Ahli el 17 de octubre fue causada por un cohete palestino mal disparado, y no por un ataque aéreo israelí.
Sin embargo, al igual que un análisis del New York Times, considera que un vídeo que parece mostrar un cohete explotando en el aire momentos antes de la explosión, y citado como prueba por las FDI, muestra probablemente un misil interceptor Cúpula de Hierro no relacionado.
Empleando imágenes captadas en Bat Yam y Netivot, The Post determinó que los misiles procedían de la dirección suroeste del hospital.
Expertos en análisis forense de audio han llegado a la conclusión de que el sonido de un cohete cayendo, en lugar de un ataque aéreo, es compatible con otra filmación en la que se oye un proyectil gritando por el aire justo antes de que el aparcamiento del hospital estalle en llamas.
Concluye que los daños en el lugar de la explosión son compatibles con un cohete defectuoso que transportaba combustible, y no con un ataque aéreo.
La emisora usa la triangulación de otras películas para situar el lugar de lanzamiento fuera de Gaza, pero las FDI utilizan las imágenes para demostrar que se lanzó un misil Cúpula de Hierro y falló. La trayectoria del misil revela que cambió de rumbo, en contra de la trayectoria balística esperada, según los expertos.
Durante un ataque de la Yihad Islámica, el ejército israelí afirma que un cohete estalló accidentalmente y apuntó a al-Ahli.