Varios estados del Golfo, incluyendo a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, compartieron inteligencia crucial sobre los planes de Irán para atacar a Israel, según revelaciones del Wall Street Journal, que citan a funcionarios saudíes, estadounidenses y egipcios. Esta información resultó ser fundamental para el efectivo despliegue de las defensas aéreas de Israel, que lograron neutralizar la mayoría del ataque masivo.
Esta alianza estratégica fue liderada por Estados Unidos, que ha trabajado durante años en forjar un bloque militar informal con el objetivo de contrarrestar las amenazas iraníes, de acuerdo con el informe.
Cooperación multinacional en defensa de Israel
En la transición de la noche del sábado al domingo, Irán ejecutó un ataque masivo lanzando cientos de misiles balísticos y de crucero, además de desplegar una significativa cantidad de aviones no tripulados contra Israel. Sin embargo, para el amanecer del domingo, las Fuerzas de Defensa de Israel, con el respaldo de Estados Unidos y otros aliados, habían interceptado aproximadamente el 99% de estos proyectiles. Los pocos que lograron penetrar las defensas solo causaron daños menores.
Aunque ya era conocido el rol de Jordania en la intercepción de drones que cruzaban su espacio aéreo en dirección a Israel, el informe expone por primera vez la magnitud de las operaciones conjuntas que abarcan toda la región, incluyendo a naciones que no mantienen relaciones diplomáticas con Israel.
Los funcionarios destacaron que el éxito en la neutralización de tantos drones y misiles fue posible gracias a que las naciones árabes proporcionaron datos de inteligencia sobre los planes de Irán, permitieron el uso de su espacio aéreo y colaboraron en el seguimiento por radar. En ciertos casos, las fuerzas armadas árabes participaron directamente en la interceptación de las amenazas y “desplegaron sus propias unidades en apoyo a la operación”, indicando que Jordania no fue el único país árabe en participar activamente.
El informe también señala un discreto, pero crucial papel de Arabia Saudita y “otros gobiernos árabes importantes”, cuya contribución se ha mantenido bajo reserva.
Mientras tanto, Teherán ha reafirmado su compromiso de vengar la muerte de siete miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, incluidos dos generales, quienes murieron en un supuesto bombardeo israelí cerca de la embajada iraní en Damasco el 1 de abril. Este incidente marcó una escalada significativa en los enfrentamientos continuos en la frontera norte de Israel, en el contexto de los ataques casi diarios del grupo terrorista Hezbolá, respaldado por Irán.
Coordinación internacional para contrarrestar las amenazas de Irán
Después del ataque del 1 de abril y las subsecuentes amenazas de represalia por parte de Irán, los Estados Unidos intensificaron sus esfuerzos diplomáticos para solicitar información de inteligencia y apoyo para interceptar cualquier ataque planificado, según funcionarios saudíes y egipcios citados por el Journal. Inicialmente, hubo reticencias entre algunos estados árabes, preocupados por las consecuencias de apoyar abiertamente a Israel y posiblemente enfrentar represalias de Irán o críticas por colaborar en medio de la guerra con Hamás en Gaza.
No obstante, tras consideraciones estratégicas, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos decidieron proporcionar información crucial de forma confidencial, mientras que Jordania permitió el uso de su espacio aéreo por parte de Estados Unidos y otros aliados. Además, Jordania comprometió su propia flota aérea para la intercepción de misiles y drones.
Días antes del asalto, funcionarios iraníes comunicaron a Arabia Saudita y otros países del Golfo detalles sobre el perfil y el tiempo del ataque planificado contra Israel, permitiendo así que estos países fortalecieran su propia seguridad aérea. Esta información fue crucial y se transmitió a los Estados Unidos, proporcionando detalles vitales que reforzaron las defensas estadounidense e israelí.
Implementación de estrategias defensivas ante la amenaza inminente
Ante la inminencia del ataque, Washington tomó medidas decisivas al ordenar el despliegue de aeronaves y sistemas de defensa antimisiles en áreas estratégicas, estableciendo una coordinación defensiva integral entre Israel y los estados árabes aliados, reveló un alto funcionario israelí al Journal. “El verdadero desafío consistió en alinear a todos esos países con Israel, a pesar del aislamiento regional de este último”, expresó el funcionario, subrayando la complejidad de la maniobra diplomática realizada.
De acuerdo con el reporte, los misiles y aviones no tripulados lanzados fueron detectados de inmediato por sistemas de radar en los estados del Golfo Pérsico, utilizando un centro de operaciones estadounidense ubicado en Qatar. Esta valiosa información fue compartida con las aeronaves de combate de diversos países posicionadas sobre Jordania y otras naciones, así como con buques de guerra y unidades de defensa antimisiles israelíes.
Tan pronto como los drones entraron en el rango de acción, fueron interceptados y neutralizados, en su mayoría por cazas israelíes y estadounidenses, y en menor medida por fuerzas aéreas de Jordania, Reino Unido y Francia.
Un funcionario estadounidense relató al diario que, en el momento crítico del ataque, más de 100 misiles balísticos iraníes se encontraban en vuelo hacia Israel. Sin embargo, la efectividad de los sistemas de defensa aérea israelíes, operando tanto dentro como fuera de sus fronteras, permitió derribar la gran mayoría de estos proyectiles, marcando un hito en la defensa aérea de la región.
Efectividad y resiliencia ante el asalto de misiles iraníes
Funcionarios estadounidenses han indicado que un considerable número de misiles balísticos iraníes, específicamente la mitad, no se lanzaron o fallaron antes de alcanzar su destino en Israel. Esta información fue corroborada por dos funcionarios a ABC News. De acuerdo con este reporte, cinco misiles lograron superar las defensas y ocasionaron daños menores en la base aérea de Nevatim, afectando un avión de transporte C-130 y algunas instalaciones de almacenamiento que se encontraban vacías. Además, se registraron daños menores en una calle de rodaje de la base.
Según el recuento de los Estados Unidos, 70 drones fueron interceptados y dos destructores de misiles guiados estadounidenses lograron neutralizar hasta seis misiles, tal como documenta el Journal. Adicionalmente, un sistema de misiles Patriot estadounidense estacionado cerca de Erbil, en Irak, consiguió interceptar un misil balístico, afirmó un funcionario estadounidense al periódico.
Por otra parte, Estados Unidos ha dedicado años a fomentar la cooperación militar entre Israel y los estados árabes suníes que ven a Irán como una amenaza común. Aunque una alianza militar formal no era viable en el contexto político existente, se logró establecer una cooperación regional informal en defensa aérea. Los Acuerdos de Abraham de 2020, que normalizaron relaciones entre Israel y naciones como los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, impulsaron estos planes. Además, en un movimiento estratégico relevante en 2021, Israel fue reubicado del teatro europeo al Comando Central de Estados Unidos, fortaleciendo aún más la integración militar regional.
Fortalecimiento de la cooperación en defensa tras los Acuerdos de Abraham
Dana Stroul, quien se desempeñó como la funcionaria civil de más alto rango en el Pentágono para la región de Medio Oriente hasta diciembre, expresó al Journal que el traslado de Israel al Comando Central de Estados Unidos (Centcom) “fue un cambio de juego”. Este movimiento facilitó significativamente el intercambio de inteligencia y la provisión de alertas tempranas entre los países involucrados. Un funcionario israelí coincidió con esta valoración, destacando que “los Acuerdos de Abraham han transformado la perspectiva del Medio Oriente… Permitiendo acciones no solo encubiertas, sino también abiertas. Esto es lo que cimentó esta alianza”.
Aunque se sospecha que existe una cooperación no oficial considerable entre Israel y Arabia Saudita, el reino ha declarado repetidamente que solo formalizará lazos diplomáticos después de la creación de un estado palestino, como parte de una solución de dos estados al conflicto palestino-israelí.
Un oficial israelí implicado en la iniciativa de cooperación de seguridad regional comentó que, aunque la inteligencia se había compartido anteriormente, la respuesta al ataque iraní “marcó la primera vez que presenciamos a la alianza operando a plena capacidad”.
Escalada de Conflicto y Respuestas Militares en la Región
La crisis se intensificó el 7 de octubre, cuando Hamás lideró un ataque transfronterizo masivo contra Israel que se saldó con la muerte de 1.200 personas, en su mayoría civiles. Además, durante este ataque, miles de militantes cruzaron la frontera y secuestraron a 253 personas, llevándolas a Gaza. De los rehenes, 129 todavía permanecen en cautividad, y se teme que algunos de ellos puedan haber muerto.
En respuesta, Israel inició una operación militar para desmantelar a Hamás y rescatar a los rehenes. Al día siguiente del ataque de Hamás, Hezbolá, actuando como un representante de Irán, empezó a lanzar ataques a lo largo de la frontera con Líbano, incluyendo el lanzamiento de cohetes hacia ciudades y comunidades en el norte de Israel. Israel ha contrarrestado con ataques sobre objetivos de Hezbolá en Líbano y presuntos bombardeos aéreos contra infraestructuras relacionadas en Siria.
La creciente violencia ha alimentado el temor de que la guerra pueda desembocar en una extensa guerra regional, preocupación que se intensifica con el reciente ataque iraní. Reportes indican que aliados occidentales están instando a Israel a contener su respuesta.