El sábado, los ciudadanos de Irán despertaron con el estruendo de explosiones que estremecieron sus hogares en las horas previas al amanecer, mientras Israel realizaba ataques de represalia en al menos tres provincias, incluida la capital, Teherán.
Al amanecer, los medios estatales y aquellos vinculados al influyente Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica minimizaban la magnitud de los ataques, que, según el ejército iraní, resultaron en la muerte de dos soldados.
En un segmento de la televisión estatal titulado “Un día normal en Teherán”, reporteros destacados en la capital afirmaron que la situación era tranquila. Se emitieron imágenes en vivo que mostraban un mercado de verduras activo y el tráfico de la hora pico matutina.
“Las evaluaciones iniciales indican que la operación de Israel fue débil”, reportó Tasnim, una agencia de noticias semioficial relacionada con la Guardia Revolucionaria.
A media mañana, según los residentes de Teherán, la vida en la ciudad se desarrollaba con normalidad. Los niños asistían a la escuela y los adultos se dirigían a sus trabajos.
Los ataques de Israel se dirigieron a instalaciones militares en las provincias de Teherán, Ilam y Juzestán, según la defensa aérea nacional de Irán. Juzestán es conocido por ser un centro clave de los yacimientos de petróleo y gas, así como de las refinerías en Irán.
El ejército israelí emitió un comunicado afirmando que estaba “realizando ataques precisos contra objetivos militares en Irán” como respuesta a más de un año de agresiones por parte de Irán y sus milicias islamistas aliadas en el Medio Oriente.
Irán respalda a Hamás, el grupo terrorista que llevó a cabo el ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel. En respuesta, Israel ha lanzado una guerra en la Franja de Gaza, afirmando que su objetivo es erradicar a Hamás.
La defensa aérea nacional de Irán señaló que los ataques israelíes habían ocasionado “daños limitados” a las instalaciones militares y que se estaban llevando a cabo evaluaciones adicionales. Además, afirmaron que su sistema de defensa aérea había logrado mitigar los daños.
Maryam Naraghi, periodista iraní, expresó que escuchó “el sonido de bombas y explosiones” desde su hogar en Teherán.
Yashar Soltani, otro periodista, relató que fue despertado por el sonido de un ataque que parecía estar muy cercano.
“Vi luces muy grandes en el cielo”, comentó.
Houri, madre de dos hijos en Teherán, compartió en una entrevista telefónica que tras una noche aterradora llena de explosiones y consolando a sus hijos llorosos, tenía inquietudes sobre el futuro del país y su gente, quienes ya se sienten exhaustos por el conflicto y las dificultades económicas. Decidió hablar bajo condición de anonimato por temor a represalias.
Ella mencionó que su esposo permaneció pegado a la televisión satelital y a las redes sociales toda la noche esperando actualizaciones sobre los ataques, debido a la escasa información proporcionada por los medios estatales.
Dos funcionarios iraníes, uno de ellos un miembro de la Guardia Revolucionaria, revelaron que entre las instalaciones atacadas en la provincia de Teherán se encontraba el sistema de defensa aérea S-300 del Aeropuerto Internacional Imán Jomeini, el cual protege partes de la extensa capital. Los funcionarios solicitaron que no se revelara su identidad, ya que no estaban autorizados a hacer declaraciones públicas.
En la provincia de Teherán, al menos tres bases de misiles de la Guardia Revolucionaria fueron blanco de los ataques, indicaron los funcionarios. En una segunda ronda de bombardeos, drones israelíes atacaron la base militar secreta de Parchin, en las afueras de Teherán, donde un dron logró impactar la base, mientras que otros fueron derribados, añadieron.
Expertos cercanos al gobierno se burlaron de Israel en las redes sociales, afirmando que, a diferencia de los israelíes, quienes se refugiaron en búnkeres durante un ataque anterior con misiles de Irán, los iraníes estaban en sus tejados observando los “petardos”.
“Nosotros no vimos nada, pero ellos vieron mucho”, declaró Mahdi Mohammadi, un asesor destacado del presidente conservador del Parlamento, en una publicación en X.
Analistas opinaron que los intentos de convencer a los iraníes de que los ataques aéreos israelíes no eran significativos podrían ser un esfuerzo para permitir al gobierno justificar no responder y evitar una guerra más amplia.
Antes de los ataques, funcionarios iraníes afirmaron que la respuesta de Irán dependería de la magnitud y el alcance del ataque israelí.
“El hecho de que Israel minimice los ataques, sin importar su escala u objetivos, sugiere un esfuerzo deliberado por evitar el incremento de las tensiones y prevenir una guerra”, comentó Omid Memarian, experto en Irán de DAWN, un centro de estudios en Washington que se enfoca en la política exterior estadounidense en Oriente Medio. “El régimen iraní es consciente de que se encuentra en una desventaja militar significativa”.