El domingo, se difundieron nuevos supuestos elementos relacionados con una incursión naval israelí en el norte del Líbano. Esta operación se saldó con la captura de un operativo de Hezbolá durante el fin de semana, según un informe de Al-Akhbar, un medio afiliado al grupo terrorista respaldado por Irán.
En este informe, se mencionó que agentes de la unidad de comando Shayetet 13 de la Armada se disfrazaron de fuerzas de seguridad libanesas durante una redada poco común en Batroun, ubicado al sur de Trípoli, aproximadamente a 140 kilómetros (87 millas) al norte de la frontera marítima entre Israel y el Líbano.
A pesar de que el ejército israelí ha llevado a cabo ataques aéreos en el norte del Líbano, sus fuerzas terrestres han operado únicamente en el sur del país. La incursión del viernes por la noche se realizó en solo cuatro minutos y tuvo la participación de alrededor de 20 agentes, junto con varios civiles no identificados.
Hechos sobre la captura de un agente de Hezbolá en Líbano
El informe añadió que algunas fuerzas especiales israelíes probablemente habían estado en la zona para llevar a cabo labores de reconocimiento y vigilancia antes de la operación. Aunque se capturaron imágenes de vigilancia de un edificio cercano, se mencionó que las grabaciones del inmueble desde el que fue capturado el agente de Hezbolá, Imad Amhaz, fueron eliminadas.
Según el medio afiliado a Hezbolá, los investigadores libaneses consideran que un joven que aparece en las imágenes de la operación y que iba en bicicleta formaba parte de la unidad de comando israelí. Esta afirmación contradice la versión de las Fuerzas de Defensa de Israel, que sostienen que Amhaz es una “fuente importante de conocimiento” dentro de la fuerza naval del grupo terrorista.
Las FDI indicaron que Amhaz fue trasladado a Israel para ser interrogado por la Unidad 504 de la Dirección de Inteligencia Militar, especializada en HUMINT, o inteligencia humana, sobre las operaciones navales de Hezbolá.
Acusaciones de participación de fuerzas de paz en la operación israelí
El informe de Al-Akhbar también reiteró acusaciones previas en los medios libaneses sobre la supuesta colaboración de la Armada alemana, que opera en las fuerzas de paz de la ONU en la región, con la incursión israelí. La FPNUL, fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en el Líbano, negó su participación, con un portavoz anónimo afirmando que la organización “no tiene ninguna participación en facilitar ningún secuestro”.
La operación del viernes se llevó a cabo en un contexto donde Israel continúa con su campaña militar contra Hezbolá en el Líbano. Esta acción busca facilitar el regreso de aproximadamente 60.000 residentes desplazados del norte de Israel, evacuados tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Se generan temores de un posible ataque similar por parte de Hezbolá, junto con los continuos disparos de cohetes del grupo terrorista. Después de advertir durante casi un año que no toleraría los ataques en curso, Israel lanzó una gran operación contra Hezbolá en septiembre, debilitando su liderazgo y capacidades de combate.
En octubre, se inició una ofensiva terrestre en el sur del Líbano para eliminar la infraestructura terrorista que, según Israel, podría ser utilizada en un ataque similar al del 7 de octubre contra las comunidades del norte.