El jueves 10 de octubre, el medio estatal iraní IRNA publicó un titular sorprendente: “El enviado de Israel a la ONU establece condiciones para el alto el fuego en Líbano”. Este titular resulta inusualmente moderado para los estándares de la prensa estatal iraní, en contraste con su acostumbrada retórica exaltando los éxitos de Irán en su lucha contra los “sionistas”.
El artículo menciona al “representante del régimen sionista ante las Naciones Unidas”, y añade que Israel ha señalado que “un alto el fuego con Líbano sería posible si el movimiento de resistencia Hezbolá cesa los lanzamientos de misiles y se retira al norte del río Litani”. Este comentario parece indicar que Irán está evaluando la propuesta. A pesar de que Irán no desea renunciar a su respaldo a Hezbolá, es posible que esté buscando una manera de salvar su imagen tras los recientes reveses sufridos por el grupo.
El interés de Irán en las declaraciones del embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, es evidente. Según él, “el pueblo y el gobierno de Líbano deben aprovechar esta oportunidad para tomar el control de la situación en su país”. La intervención del enviado israelí ha sido percibida como un intento de injerencia en los asuntos internos de Líbano.
Este lenguaje es significativo, ya que refleja un interés por parte de los medios iraníes en prestar atención a las opiniones de Israel respecto a la guerra. Asimismo, se señala que Danon afirmó que “los sionistas no tienen intención de permanecer en Líbano, y que la responsabilidad debe recaer en el Ejército libanés y la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FPNUL)”.
Lo relevante aquí no es lo que Danon haya dicho, sino el hecho de que los medios iraníes estén dispuestos a citar sus palabras, lo que implica que están dispuestos a escuchar a Israel. Esto se produce tras una declaración reciente del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que parece haber generado preocupación en Irán, dado que una expansión de la guerra en Líbano podría significar la derrota de Hezbolá.
Los medios iraníes han destacado que “más de dos semanas han transcurrido desde que el ejército sionista intensificó sus ataques aéreos sobre Líbano, bombardeando indiscriminadamente zonas residenciales y causando la muerte y heridas a miles de civiles”. Sin embargo, añaden que Israel no ha logrado iniciar una invasión terrestre debido a la resistencia de Hezbolá en las fronteras libanesas. Según IRNA, los ataques con cohetes de Hezbolá han obligado a “miles de colonos sionistas a abandonar los territorios ocupados del norte”.
La cuestión que surge es si Irán está considerando la posibilidad de declarar una “victoria” simbólica y presionar a Hezbolá para que acepte un alto el fuego que coincida con las condiciones de Israel. Teherán podría estar preocupado de que Israel esté ganando ventaja y que un alto el fuego en este momento debilite su influencia en la región.
En otro frente, las facciones palestinas se reunieron en El Cairo para mantener conversaciones. The Arab Weekly informó que “estas son las primeras conversaciones desde la reunión de julio en China, donde acordaron pasos para formar un gobierno de unidad palestino en Gaza y en Judea y Samaria”. Los líderes de Hamás y del movimiento Fatah del presidente palestino Mahmud Abás discutieron la cooperación tras la guerra en Gaza durante una nueva ronda de conversaciones celebrada este miércoles en la capital egipcia, según un funcionario de Hamás citado por Reuters.
La delegación de Hamás está encabezada por Khalil Al-Hayya, considerado el segundo al mando del grupo y el negociador jefe desde su sede en Qatar. El portavoz de Hamás, Taher Al-Nono, emitió una declaración en nombre de la organización. También se informó que Mahmoud Al-Aloul, el segundo al mando de Fatah, estuvo presente en las reuniones.
Nono declaró que “en la reunión se discutió la agresión israelí en la Franja de Gaza y los desafíos que enfrenta la causa palestina”. Esta reunión en El Cairo es significativa, ya que podría ser una señal de que las facciones palestinas también buscan una salida al conflicto en Gaza. Si Irán observa que tanto Hezbolá como Hamás necesitan un respiro, podría mostrarse más flexible respecto a un alto el fuego. Cualquier decisión en este sentido pasaría, inevitablemente, por Qatar.