El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, reiteró el lunes su amenaza de atacar el programa nuclear de Irán, en un contexto donde el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanza en negociaciones para un nuevo acuerdo nuclear con Teherán.
Katz reafirma postura agresiva contra Irán en medio de diálogos nucleares
Katz destacó que Israel está preparado para actuar militarmente si considera que la amenaza nuclear iraní persiste, destacando la vulnerabilidad actual de Irán tras recientes reveses militares. Según Katz, “Irán está hoy más expuesto que nunca a un ataque a sus instalaciones nucleares”, una declaración que refuerza la postura de línea dura de Israel frente al programa nuclear de la República Islámica. Esta advertencia llega en un momento crítico, cuando Trump busca un acuerdo diplomático para limitar las capacidades nucleares iraníes, generando tensiones entre la estrategia israelí y la estadounidense.
El 7 de abril de 2025, durante una reunión en la Casa Blanca, Trump anunció negociaciones directas con Irán, sorprendiendo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien estaba presente. Trump expresó su preferencia por la diplomacia, indicando que no apoyaría un ataque militar israelí contra las instalaciones nucleares iraníes mientras las negociaciones estén en curso. Según fuentes de la administración, Trump bloqueó un plan israelí para atacar sitios nucleares iraníes en mayo, que habría requerido apoyo estadounidense para garantizar su éxito y proteger a Israel de represalias. Este plan incluía bombardeos y posibles operaciones comando, diseñadas para retrasar el programa nuclear iraní al menos un año. Sin embargo, Trump optó por priorizar las conversaciones, que comenzaron en Omán el 12 de abril y continuaron en Roma el 19 de abril, lideradas por el enviado especial estadounidense Steve Witkoff y el ministro de Exteriores iraní Abbas Araghchi.
Las negociaciones han generado divisiones dentro de la administración de Trump. Halcones como el asesor de seguridad nacional Mike Waltz y el secretario de Estado Marco Rubio abogan por el desmantelamiento completo del programa nuclear iraní, mientras que otros funcionarios temen que un ataque militar desencadene un conflicto regional más amplio. Irán, por su parte, insiste en que su programa nuclear es para fines civiles, aunque ha enriquecido uranio al 60% de pureza, cercano al nivel necesario para armas nucleares, y ha obstaculizado inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA). En febrero, la IAEA reportó que Irán poseía 275 kg de uranio enriquecido al 60%, suficiente para producir varias bombas nucleares si se enriquece al 90%. Estas acciones han intensificado las preocupaciones de Israel, que ve a un Irán nuclear como una amenaza existencial.
A pesar de la oposición de Trump a un ataque inmediato, Israel no ha descartado actuar unilateralmente. Fuentes israelíes indican que el ejército está considerando un ataque limitado que requiera menos apoyo estadounidense, aprovechando la debilitada capacidad militar de Irán. En octubre de 2024, Israel destruyó sistemas de defensa aérea iraníes, incluidos los S-300, y ha debilitado a aliados clave de Irán, como Hezbolá en Líbano y Hamás en Gaza. Además, la caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria ha cortado una ruta crucial de suministro de armas para Irán, aumentando su vulnerabilidad. Estas condiciones han llevado a funcionarios israelíes a considerar que el momento actual es óptimo para un ataque, aunque cualquier acción podría complicar las negociaciones de Trump y arriesgar el apoyo estadounidense a Israel.
Datos clave sobre la tensión nuclear entre Israel e Irán
- Enriquecimiento de uranio: Irán ha acumulado 275 kg de uranio enriquecido al 60%, suficiente para varias bombas nucleares si se enriquece al 90%.
- Ataques previos: En octubre de 2024, Israel destruyó sistemas de defensa aérea iraníes, debilitando su capacidad de respuesta.
- Negociaciones: Las conversaciones entre EE. UU. e Irán comenzaron en Omán el 12 de abril y continuaron en Roma el 19 de abril.
- Postura israelí: Netanyahu insiste en que cualquier acuerdo debe desmantelar completamente el programa nuclear iraní.
- Apoyo militar: EE. UU. ha enviado bombas antibúnker a Israel, pero no apoya un ataque mientras negocia con Irán.
Avances diplomáticos y desafíos estratégicos en la guerra nuclear
La postura de Katz refleja una creciente inquietud en Israel ante la posibilidad de que Trump acepte un acuerdo que permita a Irán mantener parte de su infraestructura nuclear. Netanyahu ha declarado que solo aceptará un acuerdo que implique “entrar, destruir las instalaciones y desmantelar todo el equipo bajo supervisión estadounidense”. Esta demanda contrasta con las declaraciones de Araghchi, quien ha señalado que Irán no desmantelará su programa nuclear y rechaza el modelo de desarme total, como el aplicado en Libia. La insistencia de Irán en mantener capacidades de enriquecimiento de uranio ha generado escepticismo entre los negociadores estadounidenses, especialmente entre aquellos que temen que un acuerdo débil repita los errores del Acuerdo Nuclear de 2015 (JCPOA), del que Trump se retiró en 2018.
Durante su primera administración, Trump implementó una política de “máxima presión” contra Irán, reimponiendo sanciones que devastaron su economía. En 2025, ha retomado esta estrategia, amenazando con bombardeos y sanciones secundarias si Irán no acepta un acuerdo. En una entrevista con NBC News el 30 de marzo, Trump advirtió: “Si no hacen un acuerdo, habrá bombardeos como nunca han visto”. Sin embargo, también ha expresado su deseo de evitar un conflicto mayor, afirmando que prefiere que Irán “viva felizmente sin muerte”. Estas declaraciones reflejan la dualidad de su enfoque: combinar amenazas con una apertura al diálogo, aunque las negociaciones enfrentan obstáculos significativos debido a la desconfianza mutua y las demandas opuestas.
En Israel, la filtración de planes militares para atacar Irán ha generado críticas internas. El medio Kan informó que funcionarios israelíes creen que EE. UU. filtró los planes para presionar a Irán en las negociaciones, lo que ha frustrado a los líderes de seguridad. A pesar de esto, EE. UU. continúa suministrando a Israel armamento, incluyendo bombas antibúnker, esenciales para atacar instalaciones nucleares subterráneas iraníes. En las últimas semanas, nueve aviones de transporte militar estadounidenses llegaron a la base aérea de Nevatim en el sur de Israel, cargados con cientos de bombas, según reportes locales. Esta asistencia militar sugiere que, aunque Trump prioriza la diplomacia, no ha descartado apoyar a Israel en un escenario de conflicto.
La situación se complica por la dinámica regional. Arabia Saudita, tradicional rival de Irán, ha expresado apoyo a las negociaciones nucleares, buscando estabilidad para su programa de diversificación económica. En una visita reciente a Teherán, el ministro de Defensa saudí, Khalid bin Salman, entregó una carta del príncipe heredero Mohammed bin Salman al líder supremo iraní, Alí Jamenei, señalando una mejora en las relaciones bilaterales desde un acuerdo mediado por China en 2023. Esta postura saudí contrasta con la de Israel, que teme que un acuerdo nuclear insuficiente fortalezca a Irán y desestabilice aún más la región. Mientras tanto, Irán ha advertido que cualquier ataque a sus instalaciones nucleares provocará una “respuesta dura e inquebrantable”, aumentando el riesgo de una escalada militar.