La Autoridad Palestina está decidida a lograr una victoria contra los terroristas en Judea y Samaria antes de la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con el objetivo de demostrar su capacidad para controlar Gaza tras la guerra, según analistas consultados por AFP.
Las fuerzas de seguridad de la AP, que ejercen un control limitado sobre Judea y Samaria, se han enfrentado en choques mortales con hombres armados desde principios de diciembre. Las detenciones de varios terroristas desataron los enfrentamientos.
Las fuerzas de la AP combaten a miembros del grupo conocido como Batallón de Jenín, la mayoría de los cuales están afiliados a la Yihad Islámica Palestina o a Hamás, cuya incursión del 7 de octubre de 2023 en Israel desencadenó la guerra en la Franja de Gaza.
La masacre incluyó la invasión de Israel por parte de terroristas, quienes asesinaron a unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251.
Hamás, que ha estado en el poder en Gaza desde 2007 tras expulsar a la AP en un sangriento golpe de Estado, es el principal rival político de Fatah, el partido del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, que domina la AP.
Once personas —incluidos miembros de las fuerzas de seguridad de la AP, terroristas y civiles— han muerto en la violencia en el campo de refugiados de Jenín, un bastión de grupos armados en el norte de Judea y Samaria y objetivo frecuente de incursiones militares israelíes.
“Lo que está sucediendo en Jenín es una prueba crucial para la Autoridad Palestina, que intenta afirmar su control e imponer seguridad en la región”, dijo el analista político Jalil Shahin.
Un funcionario de la AP con sede en Ramala, que habló bajo condición de anonimato sobre la operación en Jenín, señaló que Abbas “rechaza categóricamente cualquier mediación… e insiste en que estos terroristas se entreguen junto con sus armas”.
Anuar Rajab, portavoz de las fuerzas de seguridad de la AP, afirmó: “No habrá tolerancia para este grupo rebelde que actúa al margen de la ley”.
Los enfrentamientos internos palestinos estallaron en medio de una importante redada de las fuerzas de la AP en el campo de Jenín, que se produjo tras la detención, el 5 de diciembre, de un comandante del Batallón de Jenín acusado de poseer armas y fondos ilícitos.
Las facciones armadas palestinas en Jenín y otros lugares se presentan como una resistencia más efectiva contra Israel que la AP, que coordina asuntos de seguridad con Israel.
Los analistas señalan que en Jenín, la AP está tratando de demostrar que puede controlar la violencia y que podría aportar estabilidad a Gaza una vez que termine la guerra.
Shahin afirmó que la AP intenta “capear el temporal” de la guerra en Gaza, las ofensivas israelíes y los trastornos regionales antes de que Trump asuma el cargo en enero.
‘Ilusiones’
“La AP espera que, después de que Trump vea su capacidad para controlar Jenín, la respalde para gobernar Gaza tras la guerra, a diferencia del presidente Joe Biden”, señaló Shahin.
Sin embargo, el primer ministro Benjamín Netanyahu ha descartado cualquier papel para la AP o Hamás en el gobierno de Gaza después de que termine la guerra.
Durante el primer mandato de Trump, las relaciones entre Estados Unidos y la AP se deterioraron rápidamente debido a lo que los palestinos consideraron una serie de movimientos para marginarlos.
Trump rompió con la mayoría del mundo al trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. También suspendió la ayuda a los palestinos y su “acuerdo del siglo” para resolver la guerra israelí-palestino contemplaba que Israel anexara el 30 % de Judea y Samaria.
Hani al-Masri, director del Centro Palestino de Investigación de Políticas y Estudios Estratégicos, dijo que el momento de la redada en Jenín parecía coincidir estratégicamente con la posibilidad del regreso de Trump a la Casa Blanca, así como con la posibilidad de alcanzar un alto el fuego en Gaza tras casi 15 meses de guerra.
En un análisis publicado por su instituto, Masri advirtió sobre las “ilusiones” de intentar apaciguar a Trump o creer que adoptará un enfoque diferente en su segundo mandato.
La AP “cree que será aceptable para el nuevo Trump (presidencia) si disminuye” sus demandas u oposición, afirmó Masri.
Mientras Hamás y la Yihad Islámica acusan a la AP de servir efectivamente a los intereses israelíes, muchos temen un estallido más intenso de violencia interna palestina, en el contexto de la guerra en Gaza, y un aumento de las incursiones militares israelíes en Judea y Samaria.
Han circulado videos que muestran presuntos abusos por parte de las fuerzas de seguridad palestinas, lo que aumenta las tensiones entre los bandos rivales de la AP y Hamás.
Hamás ha condenado las “graves violaciones” de las fuerzas de la AP, mientras que Fatah ha denunciado a quienes “legitiman el caos y la anarquía”.