Los islamistas hutíes de Yemen, conocidos por ser aliados de Irán y abiertamente hostiles hacia Israel, han estado lanzando ataques contra el país desde poco después de la incursión y masacre del 7 de octubre perpetrada por Hamás. A pesar de estos ataques, incluyendo uno en marzo que alcanzó Eilat, Israel había optado por no responder militarmente.
Sin embargo, la madrugada del viernes, un dron hutí mejorado logró evadir las defensas israelíes debido a lo que las FDI calificaron como un “error humano”, y explotó en Tel Aviv. Este ataque impactó un bloque de apartamentos y se saldó con la muerte de Yevgeny Ferder, un israelí de 50 años. Los hutíes declararon que este incidente señalaba una “nueva fase” en su campaña contra Israel.
En respuesta, se informó que los líderes de seguridad de Israel informaron a los ministros del gabinete durante una sesión de emergencia en la tarde de Shabat que la opción de moderación ya no era viable.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, en una declaración grabada tras el Shabat, informó a la nación que Israel había atacado el puerto de Hodeida. Explicó que este puerto servía como punto de entrada para el armamento iraní utilizado contra Israel y otros adversarios en la región.
A pesar de los esfuerzos de la coalición liderada por Estados Unidos para prevenir los ataques hutíes en el mar Rojo, el puerto de Hodeida no había sido atacado debido a su uso para fines civiles.
El ataque de Israel, que alcanzó instalaciones a más de 1.800 kilómetros de distancia, fue descrito por el portavoz de las FDI, Daniel Hagari, como uno de los más complejos jamás realizados por Israel.
Consciente de las posibles consecuencias de su represalia, Israel notificó a Estados Unidos antes del ataque del sábado y también se cree que advirtió a otros en la región.
La fiscal general Gali Baharav-Miara insistió en que los ministros del gabinete de seguridad se reunieran, incluso en Shabat, para aprobar formalmente la operación, considerando que el apoyo de este foro era legalmente esencial dado el potencial de un conflicto más amplio.
Militares israelíes han comentado en privado que enfrentarse a los hutíes es complicado, ya que parecen poco susceptibles a la disuasión. Después del ataque israelí, un alto dirigente hutí prometió que Israel “pagará el precio” y que responderán a la escalada con más escalada.
Hasta la noche del sábado, las FDI no emitieron nuevas instrucciones de seguridad al público.
Netanyahu, por su parte, mantuvo su plan de viajar a Estados Unidos esta semana para reunirse con Joe Biden, siempre que el presidente se recupere del COVID-19. También espera encontrarse con el expresidente y candidato presidencial Donald Trump y dirigirse a una sesión conjunta del Congreso.
En su discurso, Netanyahu tiene previsto subrayar los crecientes esfuerzos de Irán por destruir a Israel y sus ambiciones en la región, con los eventos del fin de semana dando mayor peso a su mensaje.
El sábado por la noche, Netanyahu afirmó: “Quien quiera ver un Oriente Medio estable y seguro debe oponerse al eje del mal de Irán y apoyar la lucha de Israel contra Irán y sus aliados, en Yemen, Gaza, Líbano y en todas partes”.