Los disparos han resonado durante días en el campo de refugiados de Jenín, en Judea y Samaria. Sin embargo, esta vez no son las fuerzas israelíes las que se enfrentan a los grupos armados, sino las fuerzas de la Autoridad Palestina que se enfrentan a hombres armados palestinos.
La Autoridad Palestina, que administra partes de Judea y Samaria, lanzó a principios de este mes una inusual operación que ha desatado uno de los peores enfrentamientos armados entre palestinos en años. La AP afirma que busca imponer el orden en un lugar que durante mucho tiempo ha sido un foco de terrorismo y donde tiene poco control.
La capacidad de la Autoridad Palestina para contener a los grupos terroristas en esa zona tendrá repercusiones mucho más allá de Judea y Samaria. La AP aspira a posicionarse para asumir la gobernanza en la Franja de Gaza una vez que termine la guerra entre Israel y Hamás en ese territorio, aunque Jerusalén se opone a esta idea. No obstante, enfrentarse a otros palestinos en un momento en que muchos consideran a la AP como un subcontratista de Israel podría profundizar las divisiones dentro de la sociedad palestina.
Un vistazo a los días de enfrentamientos en Judea y Samaria:
Los combates se intensifican en las calles y dejan al menos 5 muertos
A principios de este mes, las fuerzas de seguridad de la AP irrumpieron en el campo de refugiados de Jenín, considerado un bastión de actividad terrorista, e iniciaron una operación contra grupos armados.
Los enfrentamientos han tomado las calles del campo, y se han visto vehículos blindados patrullando. Según las Naciones Unidas, las fuerzas de seguridad palestinas han ocupado parte de un hospital, utilizándolo como base y disparando desde su interior.
Al menos un combatiente del grupo terrorista Yihad Islámica Palestina y tres miembros de las fuerzas de seguridad han muerto, incluido un capitán de los servicios de inteligencia cuya muerte fue anunciada el miércoles, según las fuerzas de seguridad de la AP. Además, unas 50 personas han sido arrestadas.
Al menos dos civiles no involucrados han perdido la vida y algunos resultaron heridos. Los enfrentamientos llevaron a la principal agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, a suspender sus servicios, incluyendo la educación. La violencia también ha dificultado el acceso seguro de los palestinos a otros servicios, como agua y atención médica, y ha complicado la restauración de los servicios dañados en incursiones previas de Israel en el campo.
El campo de refugiados de Jenín, explicado
El campo de refugiados de Jenín, una zona urbana y densamente poblada en el norte de Judea y Samaria, alberga a palestinos cuyas familias fueron desplazadas durante la Guerra de Independencia de 1948, en torno a la creación de Israel. Desde hace mucho tiempo, este campo ha sido un centro de actividad terrorista y un bastión de la lucha armada contra Israel. Grupos como Yihad Islámica y Hamás operan libremente allí, y sus calles están regularmente decoradas con carteles que retratan a combatientes muertos, considerados mártires por la causa palestina.
La Autoridad Palestina (AP), que administra los principales centros de población palestina en Judea y Samaria como parte de los acuerdos de paz provisionales con Israel en la década de 1990, tiene poca presencia en Jenín. Muchos residentes ven a las fuerzas de la AP con desconfianza, percibiéndolas como aliadas de los intereses israelíes debido a la coordinación en seguridad que ha facilitado las operaciones israelíes contra el terrorismo palestino.
Tanto el campo de refugiados como la ciudad de Jenín han sido objetivos recurrentes de Israel en su declarada lucha contra el terrorismo. Desde el inicio de la guerra contra Hamás, tras la masacre del 7 de octubre de 2023 llevada a cabo por este grupo terrorista, Israel ha realizado múltiples incursiones y ataques aéreos en Jenín.
Según el Ministerio de Salud de la AP, más de 716 palestinos de Judea y Samaria han muerto durante este periodo. Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirman que la mayoría eran combatientes que murieron en enfrentamientos, manifestantes que se enfrentaron a las tropas o terroristas que perpetraban ataques. Durante el mismo periodo, 42 personas, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad israelíes, han muerto en ataques terroristas en Israel y Judea y Samaria. Además, seis agentes de seguridad israelíes han muerto en enfrentamientos con operativos terroristas en Judea y Samaria.
Restaurando el orden y mirando hacia la posguerra en Gaza
Según el portavoz de las fuerzas de seguridad de la AP, el general de brigada Anwar Rajab, la incursión en Jenín busca imponer la ley, restaurar el orden y garantizar la seguridad. Las tropas se han enfocado en “erradicar” a los grupos terroristas respaldados por Irán que intentan fomentar el “caos y la anarquía”, afirmó. La operación finalizará cuando estos objetivos se cumplan, según las fuerzas de seguridad.
Esta incursión también pone de manifiesto la capacidad de la Autoridad Palestina para imponer orden y seguridad en una zona inestable. Ante la falta de claridad sobre quién administrará Gaza tras la guerra, la operación podría convencer a los escépticos de que la AP tiene lo necesario para gobernar el enclave costero. El presidente de la AP, Mahmoud Abás, está considerando un acuerdo con Hamás para formar un comité de tecnócratas políticamente independientes que administren Gaza después de la guerra, el cual rendiría cuentas a Abás.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden considera que una Autoridad Palestina rehabilitada es la mejor opción para gobernar y asegurar Gaza tras la guerra. Estados Unidos ha invertido durante años en el entrenamiento de las fuerzas de seguridad de la AP, y ve su regreso a Gaza, de donde fueron expulsadas por Hamás en 2007, como una alternativa viable para reemplazar a este grupo.
Israel rechaza cualquier rol de Hamás en Gaza tras la guerra y también ha expresado su desconfianza hacia la capacidad de la AP para administrar el enclave. Por su parte, la administración entrante de Donald Trump aún no ha delineado su visión para Gaza tras la guerra, aunque su primer mandato mostró un fuerte respaldo a las posiciones de Israel.
Las divisiones internas en la sociedad palestina
Los palestinos están familiarizados con las divisiones internas, siendo la más prominente la ruptura entre Hamás y el partido Fatah de Abás. Ambos grupos libraron guerras callejeras en Gaza antes de que Hamás expulsara a Fatah del territorio. Desde entonces, no han logrado reconciliarse.
La AP, dominada por Fatah, ha intentado durante años reducir la influencia de Hamás en Judea y Samaria, a menudo con la ayuda de Israel. Este prolongado conflicto interno ha llevado a huelgas generales y protestas de los palestinos, que claman por unidad. Sin embargo, la incursión en Jenín podría intensificar la percepción de la AP como un instrumento de los intereses israelíes, lo que socavaría el apoyo popular necesario para que recupere el control efectivo de Gaza.