En Israel, no es habitual que se realice una votación con un consenso tan amplio en la Knéset, especialmente cuando se trata de aprobar nuevas leyes.
Sin embargo, esta semana, 92 de los 120 legisladores de la Knéset votaron a favor de una legislación que prohíbe a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) realizar cualquier tipo de actividad dentro de Israel. Este voto representa un acto de claridad moral y dignidad, ya que la UNRWA ha sido señalada repetidamente por su colaboración activa con el terrorismo.
¿Por qué esta ley es un paso significativo?
Empleados de la UNRWA estuvieron involucrados en el pogromo del 7 de octubre y han apoyado abiertamente a Hamás, proporcionando refugio a rehenes y armas en los hogares de su personal, además de ofrecer otros tipos de apoyo al grupo terrorista.
La UNRWA ha aprovechado la inmunidad otorgada por las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, utilizando esta protección de manera insidiosa para actuar en contra de Israel.
La nueva ley prohíbe cualquier presencia o actividad de la UNRWA dentro del Israel soberano, lo que implica que su significativa operación en Jerusalén Oriental será desmantelada.
Además, la normativa elimina la inmunidad de la UNRWA, tanto en Israel como en Gaza, lo que permite a Israel detener y procesar a los empleados de la agencia que colaboren con Hamás.
Esta legislación simboliza un rechazo definitivo a la “conceptzia” del 6 de octubre de 2023 y demuestra que es posible alcanzar un consenso político para defender los derechos e intereses de Israel.
Un indicio de la relevancia de esta ley es la reacción que ha provocado en Occidente, donde muchas voces han respondido de manera exagerada. Tal respuesta era esperada, particularmente de la propia ONU, que ha advertido con la posibilidad de expulsar a Israel del organismo internacional por tomar esta medida.
Líderes occidentales, que buscan mantener una situación insostenible en Oriente Próximo, han advertido sobre posibles represalias, prefiriendo mantener un statu quo en el que Israel se vea constantemente amenazado a cambio de petróleo barato.
¿Acaso estos líderes no comprenden que sus constantes advertencias hacia Israel los alinean con Irán y refuerzan un sistema internacional basado en la intimidación islámica?
La presión internacional fue intensa en los días previos a la votación, lo que llevó a algunos a pensar que la ley podría ser pospuesta, modificada o incluso retirada.
Afortunadamente, eso no sucedió, y esto se debe en gran medida a la renovada determinación del liderazgo israelí en diversos frentes al interactuar con la comunidad internacional.
La evaluación interna en Israel concluyó que ceder ante la presión extranjera no traería ningún beneficio, ya que, de todos modos, las Naciones Unidas y varios líderes occidentales encontrarían otra razón para condenar a Israel en poco tiempo.
Así, Israel, que ha demostrado ser capaz de eliminar a Hamás, debilitar a Hezbolá y desafiar a un Irán aparentemente invulnerable, ahora se ha erigido nuevamente para expulsar a la UNRWA.
Aunque esto puede parecer obvio, llegar al punto de aprobar esta ley fue un proceso arduo.
Varios miembros de la Knéset se mantuvieron firmes y enfocados en su propósito de prohibir la actividad de la UNRWA, pero este resultado no habría sido posible sin los esfuerzos incansables y enfocados de la ONG sionista Im Tirtzu.
Durante el último año, los activistas de Im Tirtzu protestaron enérgicamente frente a las oficinas de la UNRWA en Jerusalén Este, denunciando sus acciones traicioneras en Gaza en favor de Hamás. Además, han cuestionado a los legisladores y funcionarios sobre cómo es posible que Israel permita que una entidad como la UNRWA actúe dentro de sus fronteras en beneficio de un enemigo activo.
Cuando el Comité del Premio Nobel de la Paz aceptó recientemente la nominación de la UNRWA para dicho galardón, Im Tirtzu lanzó inmediatamente una campaña para recolectar firmas en rechazo a esa idea, alegando que premiar a la UNRWA sería una mancha imborrable en la integridad del Nobel.
En menos de 72 horas, se reunieron más de 50,000 firmas, lo que demostró el rechazo generalizado a la hipocresía de la UNRWA.
Im Tirtzu ha hecho de la prohibición de la UNRWA su principal causa de lucha interna. Reflejando las sensibilidades de la “Israel del centro”, la iniciativa ha sintonizado con la mayoría de la sociedad israelí y ha tenido un fuerte impacto en los líderes de la Knéset.
Esta ley debe interpretarse como otra innovadora victoria en la guerra continua que Israel enfrenta. La prohibición de la UNRWA representa un compromiso con los soldados, los rehenes y sus familias, y con todos aquellos que han sacrificado sus vidas para erradicar a quienes han intentado destruir a Israel.
Como diría Neil Armstrong, prohibir a la UNRWA es un pequeño paso para Israel, pero un gran salto para aquellos que buscan justicia y cordura. Que Israel continúe fortaleciendo su posición.