LOS ÁNGELES (AP) – El padre de Britney Spears dijo en una presentación judicial el jueves que está planeando renunciar a la tutela que ha controlado su vida y dinero durante 13 años, pero su salida no es inminente.
James Spears presentó documentos legales diciendo que, si bien no hay motivos para su remoción, se retirará después de que se resuelvan varias cuestiones persistentes. El documento no da un calendario para su renuncia a su papel de ayudar a supervisar las finanzas de su hija.
“El Sr. Spears sigue prestando sus servicios con diligencia, y no debería ser suspendido ni destituido, y menos aún basándose en acusaciones falsas”, dice el documento. “El Sr. Spears está dispuesto a dimitir cuando sea el momento adecuado, pero la transición debe ser ordenada e incluir una resolución de los asuntos pendientes ante el Tribunal”.
Esos asuntos incluyen la próxima revisión judicial de las finanzas de la cantante pop, que se ha retrasado por meses de disputas públicas y legales sobre el papel de James Spears y la legitimidad de la tutela por parte de Britney Spears y, en las últimas semanas, de su nuevo abogado.
Los documentos dicen que James Spears ha sido “el blanco incesante de ataques injustificados”, pero “no cree que una batalla pública con su hija sobre la continuación de su servicio como su conservador sería en su mejor interés”.
La presentación dice que James Spears luchará contra la petición para forzar su salida, pero trabajará con el tribunal y el abogado de Britney Spears, Matthew Rosengart, en las siguientes fases.
“Nos complace que el señor Spears y su abogado hayan reconocido hoy en una presentación que debe ser destituido”, dijo Rosengart en un comunicado. “Es una reivindicación para Britney”.
Spears dijo que estaba trabajando en un plan para abandonar su papel desde antes de que su hija contratara a Rosengart el mes pasado.
Durante la mayor parte de la existencia de la curaduría, que se estableció en 2008, James Spears supervisó los asuntos personales y el dinero de su hija. En 2019, dejó de ser el llamado curador de su persona, y mantuvo el control de sus finanzas.
Sin embargo, fue el blanco de gran parte de la ira de su hija en un par de discursos ante el tribunal en junio y julio, en los que ella calificó la tutela de “abusiva”. En sus declaraciones de junio, Spears dijo que la habían obligado a utilizar un dispositivo intrauterino para el control de la natalidad, a tomar medicamentos en contra de su voluntad y le habían impedido casarse, tener otro hijo o incluso viajar en el coche de su novio sin supervisión.
“Esta tutela me está haciendo más daño que bien”, dijo entonces Spears, de 39 años. “Me merezco tener una vida”.
James Spears, de 69 años, estaba luchando por mantener el control en las presentaciones judiciales tan recientes como la semana pasada. Dijo que las acusaciones en el testimonio de su hija “no han sido probadas”, necesitan ser investigadas e implican cuestiones que han estado durante mucho tiempo fuera de su control.
Sugirió que Jodi Montgomery, que le sustituyó como tutora de los asuntos personales de Britney Spears, merecía ser examinada si sus acusaciones eran ciertas.
Rosengart dijo que, aunque acogía con satisfacción la nueva medida, no soportará la presión de James Spears, que no debería esperar a dimitir.
“Esperamos continuar nuestra vigorosa investigación sobre la conducta del señor Spears, y de otros, durante los últimos 13 años, mientras cosechaba millones de dólares de la herencia de su hija, y espero tomar la declaración jurada del señor Spears en un futuro próximo”, decía el comunicado de Rosengart. “Mientras tanto, en lugar de hacer falsas acusaciones y lanzar golpes bajos a su propia hija, el señor Spears debería guardar silencio y hacerse a un lado inmediatamente”.
Incluso después de la salida de James Spears, el tribunal mantendrá el mismo control sobre Britney Spears que tiene desde que se estableció la tutela en 2008. Sin embargo, ha sido un pararrayos para la ira de los fans del movimiento #FreeBritney, cuya voz se ha vuelto cada vez más prominente al ser abrazada por Britney Spears y Rosengart.
Y Rosengart ha marcado la salida de James Spears como un primer paso necesario antes de terminar el acuerdo por completo.
La nueva presentación defiende firmemente la labor de James Spears y la curaduría, y se opone especialmente a las acusaciones hechas por la madre de Britney Spears, Lynne Spears, en una declaración reciente.
“Cuando se inició esta tutela hace 13 años, Britney Jean Spears estaba en crisis y necesitaba desesperadamente ayuda. No solo estaba sufriendo mental y emocionalmente, sino que también estaba siendo manipulada por depredadores y tenía problemas financieros”, dicen los documentos. “El Sr. Spears acudió al rescate de su hija para protegerla, y este Tribunal tomó la determinación de que la protección proporcionada por una tutela era necesaria y en el mejor interés de la Sra. Spears”.
Los documentos dicen que Lynne Spears se equivocó al criticar la contratación de un psiquiatra que, según ella, James Spears eligió para su hija, y al decir que los medicamentos que le recetó eran inapropiados.
En realidad, el médico fue elegido por la propia Britney Spears, y contaba con la aprobación de Montgomery, su equipo médico y el anterior abogado de Britney Spears, dice la presentación. Este mismo grupo, incluida la propia cantante, aprobó la medicación que recetó el médico, dice la demanda.
También critica que Lynne Spears asumiera un papel en absoluto, diciendo que es alguien con quien Britney Spears “ha evitado hablar durante la mayor parte de su vida adulta”.