El fin de semana de la Super Bowl en Hollywood fue en gran medida un fracaso, con el debut discreto de la largamente aplazada novela policíaca de Agatha Christie de Kenneth Branagh, “Muerte en el Nilo”, una tibia recepción de la comedia romántica de Jennifer López, “Cásate conmigo”, y un modesto aumento de la taquilla para los nominados al Oscar.
“Muerte en el Nilo”, la continuación de Branagh del éxito de 2017 “Asesinato en el Expreso de Oriente”, lidera todas las películas con 12,8 millones de dólares en ventas de entradas, según las estimaciones del estudio. Producida por 20th Century Fox antes de ser adquirida por Walt Disney Co, “Muerte en el Nilo” se retrasó por la pandemia y por el escándalo en el que se vio envuelto uno de sus protagonistas, Armie Hammer.
El pasado mes de marzo, Hammer fue puesto bajo investigación por la policía de Los Ángeles por una agresión sexual. Hammer ha negado la acusación.
Después de considerar otras vías, que al parecer incluían volver a rodar partes de la película sin Hammer, Disney optó por estrenar “Muerte en el Nilo” tal cual, aunque con menos fanfarria en un fin de semana que la industria cinematográfica suele ceder al fútbol. La película de 90 millones de dólares, protagonizada también por Gal Gadot, Emma McKay y Branagh, que retoma su papel de detective Hércules Poirot, había parecido en su día una película fiable para ganar dinero.