La anciana que murió el sábado en un incendio cerca de la Tumba del Rey David en la Ciudad Vieja de Jerusalén fue nombrada el domingo como la artista Yona Palombo, de 87 años, que junto con su difunto marido esculpió las primeras puertas de la Knesset.
Nació en Chile y en 1964 se casó con el famoso escultor David Palombo, conocido por sus esculturas de metal, que han adornado muchas instituciones nacionales en todo Israel.
Entre ellas están las puertas de la carpa del Yizkor (memorial) en el museo del Holocausto Yad Vashem y las anteriores puertas de entrada a la Knesset, que creó junto con Yona.
Las puertas fueron sustituidas por puertas de cristal después de que el Parlamento fuera renovado en 2007.
David Palombo murió en 1966, cuando la motocicleta que conducía chocó con una cadena que el Ministerio de Asuntos Religiosos había tendido en la calle para impedir la profanación del Shabat.
Yona abrió un museo en su casa, que estuvo activo hasta el año 2000.
En una entrevista con Yedioth Ahronoth en 2006, en el 40º aniversario del fallecimiento de David, Yona dijo: “Después de la muerte de David, no me casé porque no quería perder mi libertad. Sólo si David se levanta de su tumba y quiere llevarme de nuevo, me casaré con él. No he podido encontrar a alguien que me convenga como David. Éramos tan parecidos en muchas cosas. Yo era su soldador. Su leal trabajador. Soldaba donde él decía y no abría la boca para no herir su creatividad”.
En una entrevista posterior, cuando se le preguntó cómo le afectó su muerte, Yona dijo: “Te sorprenderá, pero aunque él murió por coacción religiosa, yo me volví religiosa tras su muerte. Era atea, pero ahora creo en Dios porque no tengo otra forma de explicar su muerte que en que Dios se llevó el bien para estar entre él. No tengo ninguna disputa con la religión, solo con los agentes bastardos de la religión”.