Noam Shalit, padre del ex soldado israelí Gilad Shalit, secuestrado por Hamás durante cinco años, murió el miércoles de cáncer a la edad de 68 años.
Su funeral se llevará a cabo en el cementerio de Mitzpe Hila, donde vivía, a las 13:30 horas del jueves.
Shalit llevaba más de seis años luchando contra la leucemia. En las últimas semanas su estado se ha deteriorado y ha sido hospitalizado en el Centro Médico Rambam de Haifa, informó el sitio de noticias Ynet.
Shalit saltó a los titulares en 2006 cuando lanzó una enérgica campaña destinada a presionar a la clase política para que liberara a su hijo del cautiverio de Hamás.
Como parte de la campaña, Shalit organizó protestas masivas y se reunió con políticos, instándoles a hacer más por la liberación de su hijo.
A pesar de que utilizó el escenario público que se le asignó para abogar por su hijo, Shalit expresó en varias ocasiones el malestar que sentía por la exposición que se le dio a él y a su familia durante esos años.
El año pasado, alrededor de una década después de la liberación de su hijo del cautiverio en 2011, Shalit concedió una entrevista al Canal 12, compartiendo algunos detalles sobre su salud y los años posteriores a la liberación de su hijo.
“Trato de no pensar en ese período de tiempo en que Gilad estuvo cautivo, pero a veces resurge”, dijo en ese momento.
“Una de las cosas que le hizo seguir adelante mientras estaba en cautividad fue su fuerza mental”, dijo. “De niño y adolescente, siempre fue más bien un ‘lobo solitario’, que no se doblega fácilmente”.
Tras la liberación de su hijo, Shalit dijo en 2012 que trataría de entrar en política buscando un escaño en la Knesset con el Partido Laborista durante las elecciones de 2013, pero sólo llegó al puesto 39 de la lista del partido, no consiguiendo unirse a sus representantes en la Knesset.
En su entrevista con el Canal 12 el año pasado, Shalit admitió que intentar entrar en política “fue un error, un error de juicio”.
A pesar de fracasar en la política, Shalit y su persistente lucha por la liberación de su hijo le valieron una especie de estatus de figura pública. Durante años, continuó haciendo declaraciones públicas sobre los acontecimientos actuales, especialmente los relacionados con la seguridad, abogando a menudo por un futuro acuerdo con Hamás, la organización terrorista que secuestró a su hijo.
Shalit dijo en 2012 que “Gaza no desaparecerá; Hamás no desaparecerá; el terror de Gaza no desaparecerá; los gazatíes no desaparecerán. Por lo tanto, en última instancia, tendremos que hablar con Hamás, directa o indirectamente, nos guste o no”.