Los ataques efectuados el lunes por la mañana por fuerzas militares contra el hospital Nasser, ubicado en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, provocaron la muerte de al menos veinte personas, entre ellas cinco periodistas, según reportes de prensa y datos del Ministerio de Salud controlado por Hamás.
Tres horas después de que se difundieran las primeras informaciones sobre la ofensiva, las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron que sus tropas habían ejecutado un ataque en esa zona. Imágenes registradas en el lugar mostraron a socorristas que habían llegado tras la primera explosión, cubiertos por humo y escombros cuando se produjo un segundo impacto. Testigos indicaron que periodistas y otras personas se habían desplazado al sitio de la primera detonación.
La transmisión en vivo de Reuters desde el hospital, operada por uno de los periodistas que murió, se interrumpió en el instante del primer ataque. Un alto mando militar declaró que la ofensiva no fue llevada a cabo por la Fuerza Aérea israelí, lo que sugiere que pudo haber sido ejecutada por fuerzas terrestres. El jefe del Estado Mayor, teniente general Eyal Zamir, ordenó una investigación inmediata, sin que se proporcionaran más detalles.
“Las FDI lamentan cualquier daño causado a civiles ajenos al conflicto y no dirigen ataques contra periodistas”, señaló el ejército, al agregar que procura “reducir al mínimo los riesgos para ellos, lo que garantiza al mismo tiempo la seguridad de nuestras fuerzas”.
La Asociación de Prensa Extranjera denunció que los proyectiles impactaron en la escalera exterior del hospital, donde con frecuencia los periodistas instalaban sus cámaras, y que los ataques se produjeron sin aviso previo. “Exigimos una explicación inmediata a las Fuerzas de Defensa de Israel y a la Oficina del primer ministro. Instamos a Israel a que ponga fin de una vez por todas a la práctica aberrante de atacar periodistas”, expresó la organización, que acusó al Estado israelí de acciones que este rechaza de manera tajante. “Esto ha durado demasiado. Israel ha causado la muerte de demasiados periodistas en Gaza sin justificación”, añadió la entidad, que también denunció restricciones para que reporteros internacionales puedan ingresar de forma independiente a la Franja. “Este debe ser un punto de inflexión. Hacemos un llamado a los líderes mundiales: hagan todo lo posible por proteger a nuestros colegas. Nosotros no podemos hacerlo solos”, concluyó el comunicado.
Autoridades palestinas informaron que el camarógrafo Hussam al-Masri, colaborador de Reuters, murió en el primer ataque, mientras que el fotógrafo Hatem Khaled, también colaborador de la agencia, resultó herido en un segundo bombardeo contra el hospital. “Estamos profundamente consternados por la muerte de nuestro colaborador Hussam al-Masri y las heridas sufridas por Hatem Khaled durante los ataques israelíes contra el hospital Nasser en Gaza”, señaló un portavoz de Reuters. “Buscamos información urgente y hemos solicitado a las autoridades de Gaza e Israel asistencia médica inmediata para Hatem”, añadió.
Associated Press expresó “conmoción y pesar” por la muerte de Mariam Dagga, periodista gráfica de 33 años que colaboraba de manera independiente con la agencia desde el inicio de la guerra. Los otros dos reporteros muertos fueron identificados como Mohammed Salama, a quien Al Jazeera, con sede en Catar, reconoció como miembro de su personal, y Moaz Abu Taha. Un trabajador de rescate también figura entre las víctimas mortales, indicaron responsables sanitarios.
El Sindicato de Periodistas Palestinos acusó a Israel de librar “una guerra abierta contra la prensa libre, con el objetivo de amedrentar a los periodistas e impedirles cumplir su deber profesional de exponer sus crímenes ante el mundo”. Según la organización, más de 240 periodistas palestinos han muerto por fuego israelí desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, tras la invasión, masacre y toma de rehenes perpetradas por Hamás en el sur de Israel. El Estado israelí, que niega tener como política atacar periodistas, sostiene que algunos de los reporteros muertos eran combatientes y, en ciertos casos, ha presentado documentos incautados a grupos terroristas en Gaza que los señalan como integrantes de esas organizaciones.
Los hospitales han sido escenarios frecuentes de enfrentamientos durante la guerra. En marzo, un alto dirigente de Hamás, Ismail Barhoum, murió en un ataque contra el hospital Nasser. En mayo, un reconocido periodista palestino acusado de operar para Hamás murió en un bombardeo contra un centro médico en Jan Yunis. Las FDI han señalado que Hamás ha mantenido rehenes en el hospital Nasser y que el hospital Shifa, en el norte de la Franja, fue utilizado al inicio de la guerra como centro de mando y control, además de albergar cautivos, lo que derivó en intensos combates entre milicianos y tropas israelíes.
Ese mismo lunes, la Coordinación de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT) del ministerio de Defensa divulgó imágenes en las que, según afirmó, se ve a hombres armados de Hamás “golpeando, maltratando y disparando contra residentes de Gaza en distintos puntos de la Franja”. COGAT indicó que el material circuló en redes sociales en los últimos días, aunque no ofreció detalles adicionales sobre los videos.
“Hamás encarna la esencia del mal. Las imágenes muestran con claridad cómo esta organización terrorista oprime a la población, abusa de los civiles y emplea una violencia desmedida para mantener su sangriento control y afianzar su poder”, declaró en X el jefe de COGAT, general de división Ghassan Alian. “Hamás vuelve a demostrar que no representa a los habitantes de Gaza, sino que los somete por la fuerza, el miedo y la crueldad”, agregó.