El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, se dirige de nuevo al Medio Oriente para impulsar un plan de cese al fuego y acuerdo de liberación de rehenes.
Blinken inicia su octava visita a la región en medio de la guerra
Sin embargo, la agitación política en Israel y el silencio de Hamás plantean dudas sobre la viabilidad de su éxito.
El principal diplomático estadounidense, que realiza su octava visita a la región desde el estallido de la guerra, comenzará su viaje en Egipto y se dirigirá más tarde hoy a Israel.
Blinken tiene programado mantener conversaciones a puerta cerrada primero en El Cairo con el presidente Abdel Fattah al-Sisi, un socio clave de EE. UU. en los esfuerzos de paz, y luego en Jerusalén con el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Plan de Biden para el cese al fuego y las elecciones de noviembre
Blinken planeó la visita para impulsar una propuesta anunciada el 31 de mayo por el presidente de EE. UU., Joe Biden, quien ha intensificado los esfuerzos para poner fin a una guerra que ha cobrado un creciente número de víctimas civiles y ha alienado a partes de su base antes de las elecciones de noviembre.
Sin embargo, Hamás, que inició la guerra con un ataque masivo el 7 de octubre en Israel que desencadenó una campaña de represalia implacable, no ha respondido formalmente.
Y aunque Biden ha descrito su plan como proveniente de Israel, la renuncia ayer de Benny Gantz del gabinete de guerra de Netanyahu introduce un nuevo factor impredecible en los esfuerzos diplomáticos de EE. UU.
Renuncia de Gantz y desafíos para Netanyahu y Blinken
Gantz, un ex general que lidera las encuestas para reemplazar a Netanyahu si se convocan nuevas elecciones, protestó porque el primer ministro no había tomado las decisiones difíciles para permitir una “victoria real”, incluyendo pensar en un plan postguerra para Gaza.
Gantz se ha presentado a sí mismo como un socio más accesible para los Estados Unidos que Netanyahu, un veterano de disputas políticas con el aliado vital de Israel. En las últimas semanas, Biden suspendió un envío de armas a Israel y acusó a Netanyahu de prolongar la guerra para mantenerse en el poder, una afirmación de la que luego se retractó.