A comienzos de este mes, Qatar anunció la suspensión de su papel como mediador en las negociaciones entre Israel y Hamás, enfocadas en lograr un cese al fuego en Gaza y la liberación de rehenes. Sin embargo, las autoridades cataríes evitaron confirmar si cerrarían la oficina de Hamás en Doha, a pesar de las solicitudes directas de la administración Biden.
Desde 2012, Doha ha acogido a líderes de Hamás, después de que el grupo terrorista trasladara su sede desde Damasco durante la guerra civil en Siria. En ese contexto, Washington alentó a Qatar a fungir como enlace con Hamás, siguiendo un precedente similar al de la representación talibana en el Golfo.
Aunque se ordenara la expulsión del grupo de Qatar, la implementación de dicha medida no es clara, dada la estructura jerárquica de Hamás, que ha cambiado drásticamente tras la muerte de sus dos últimos líderes, Ismail Haniyeh y Yahya Sinwar, en los últimos meses.
En respuesta a estas pérdidas, Hamás habría establecido un comité de liderazgo colectivo en Doha, compuesto por cinco miembros, según fuentes del grupo citadas por AFP. Este comité surgió en agosto, tras el asesinato de Haniyeh en Teherán. A pesar de que Sinwar fue designado como líder principal, su permanencia oculta en Gaza complicaba las comunicaciones, lo que llevó a la creación de esta alternativa.
El asesinato de Sinwar el 16 de octubre por fuerzas israelíes activó formalmente el liderazgo del comité, diseñado para asumir el control del grupo. Una fuente de Hamás explicó que el comité busca representar “a todos los componentes” del grupo, abarcando tanto Gaza como Judea y Samaria e integrando figuras políticas y religiosas.
Guy Aviad, experto en Hamás y exfuncionario de las FDI, sostuvo que esta estructura colectiva podría ser una medida defensiva para evitar asesinatos selectivos, aunque cuestionó su efectividad. “Israel podría eliminar a varios líderes si así lo decidiera”, señaló Aviad, subrayando que ataques en Qatar o Turquía son improbables.
Mientras tanto, Hamás continuará bajo esta estructura hasta las elecciones programadas para marzo del próximo año, según AFP. También existe la posibilidad de que el grupo haya designado en secreto un nuevo líder, ocultando su identidad. Este enfoque ya fue utilizado en 2004 tras los asesinatos de Sheikh Ahmed Yassin y Abdel Aziz Rantisi.
Una fuente interna del grupo indicó a la BBC que la identidad del nuevo líder probablemente permanecerá en secreto por motivos de seguridad, reforzando la incertidumbre en torno al futuro liderazgo de Hamás.
Los cinco líderes clave del comité de Hamás
Un comité integrado por cinco miembros del politburó ha asumido el liderazgo de Hamás, de acuerdo con fuentes consultadas por AFP. Cada integrante desempeña un papel estratégico, destacando por su influencia en áreas clave para el grupo.
- Khalil al-Hayya, considerado un posible sucesor, actúa como enlace entre Gaza y el exterior tras trasladarse a Qatar antes del ataque del 7 de octubre. Su cercanía al régimen iraní lo posiciona como un candidato fuerte para liderar la organización en el futuro.
- Khaled Mashaal, líder de asuntos exteriores y conocido por su experiencia tras dirigir el politburó durante 22 años, no es visto como una opción para suceder a Sinwar. Sus relaciones tensas con Irán y su postura durante la guerra civil siria lo han mantenido distanciado de Teherán, aunque recientemente se reunió con el presidente iraní Masoud Pezeshkian en Doha.
- Zaher Jabarin, quien vive en Estambul y dirige las finanzas de Hamás, también supervisa operaciones en Judea y Samaria. Está vinculado a intentos recientes de ataques suicidas contra civiles israelíes, incluidos complots organizados desde Turquía.
- Muhammad Ismail Darwish, líder del Consejo de la Shura, es una figura poco conocida. Aunque en agosto se rumoró que sucedería a Haniyeh, el liderazgo fue otorgado a Sinwar. Residente en Qatar, su papel se centra en el asesoramiento religioso dentro de la organización.
- La identidad del quinto integrante permanece en el anonimato. Sin embargo, una fuente cercana al grupo sugiere que podría tratarse de Nizar Awadullah, quien quedó en segundo lugar en las elecciones internas de 2021 y, según informes, reside aún en Gaza. Este dato refuerza la idea de un liderazgo con representación interna en la Franja.
No obstante, Muhammad Sinwar, hermano de Yahya Sinwar y comandante militar en Gaza, no figura en este comité. A pesar de su influencia significativa en operaciones militares y el manejo de rehenes israelíes, su falta de perfil político lo descarta como candidato para la dirección del grupo.
Liderazgo de Hamás enfrenta retos en estrategia y comunicación
La capacidad del nuevo comité de Hamás para influir dentro de Gaza permanece incierta. La vigilancia israelí de las comunicaciones móviles complica las operaciones del grupo terrorista, obligándolo a usar tecnología de encriptación o teléfonos satelitales, herramientas difíciles de obtener.
A pesar de estas limitaciones, el liderazgo no ha introducido cambios significativos en su estrategia militar ni en las negociaciones por un alto el fuego. En el frente de batalla, Hamás parece mantener su enfoque en una guerra de desgaste contra Israel. El grupo insiste en sus condiciones: un cese completo de las hostilidades, retirada total de las tropas israelíes, intercambio de terroristas palestinos presos por rehenes y garantías de supervivencia política tras la liberación de los cautivos.
Mientras estas demandas no sean cumplidas, Hamás continuará utilizando tácticas de guerrilla y manteniendo a los rehenes como herramienta de presión. “El objetivo es profundizar las divisiones en la sociedad israelí y debilitar la confianza en sus líderes políticos”, afirmó Aviad. Además, el grupo considera que, incluso si las negociaciones fallan, puede seguir “amargando la vida de los israelíes”.
“No cederá en sus principios ni aceptará un acuerdo que no cumpla sus condiciones”, reiteró Aviad. Según él, Hamás se encuentra en una posición en la que puede beneficiarse tanto en las negociaciones como en la guerra militar continuo.
Cierta flexibilidad podría surgir solo en los detalles de un acuerdo, explicó Milshtein. Por ejemplo, una retirada gradual de las tropas israelíes podría ser negociada, permitiendo que algunas fuerzas permanezcan en Gaza temporalmente tras la liberación de rehenes, pero el comité no aceptará una solución que no incluya una retirada completa en etapas finales.
Por otra parte, la expulsión de los líderes de Hamás de Qatar parece improbable en este momento. Rumores similares han surgido en el pasado, pero Doha continúa jugando un papel importante como mediador. Aunque Qatar suspendió su participación temporalmente, su posición como intermediario entre Estados Unidos y grupos como Hamás sigue siendo ventajosa. Aviad sugirió que es probable que el país retome su rol en el futuro.
Finalmente, la política internacional podría influir en este escenario. Con el posible regreso de Donald Trump a la presidencia, se espera un enfoque más agresivo hacia Medio Oriente, lo que podría cambiar la dinámica actual.
Qatar enfrenta presión sobre su rol en la mediación con Hamás
El nerviosismo de Qatar ante posibles cambios políticos en Estados Unidos podría haber influido en su decisión de suspender su papel de mediador, según Milshtein. La experiencia del boicot de 2017-2021, liderado por Arabia Saudita y otros cuatro estados árabes, destacó el aislamiento que Doha podría enfrentar nuevamente bajo la administración de Donald Trump.
Además, esta pausa podría ser una estrategia para presionar a Hamás a mostrar mayor flexibilidad en las negociaciones, aprovechando la coyuntura favorable actual. “Doha entiende que, con Trump como presidente, la mediación será mucho más complicada debido a su clara inclinación pro-Israel”, afirmó Milshtein.
La expulsión definitiva de Hamás, sin embargo, requeriría una presión considerable sobre Qatar. Acciones como la retirada del Pentágono de la base aérea de Al Udeid, la más grande de Estados Unidos en Oriente Medio, podrían ser necesarias, indicó Milshtein. Este tipo de medidas ya han sido efectivas en el pasado. Por ejemplo, el boicot liderado por Arabia Saudita impulsó la salida del líder de Hamás Saleh al-Arouri en 2017. Al-Arouri fue posteriormente asesinado en Beirut en un ataque aéreo israelí este año.
Según Milshtein, Qatar ha demostrado adaptabilidad en situaciones de alta presión. “Los qataríes han sabido ajustarse en el pasado cuando las circunstancias lo exigieron”, señaló. Sin embargo, la presión actual no parece suficiente para obligar al estado del Golfo a cambiar su política respecto a Hamás.