El clero y las monjas de las iglesias ortodoxa griega y católica en Gaza han resuelto su permanencia. Ante la inminente ofensiva de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para capturar la ciudad, ellos permanecerán en los recintos de la iglesia. Su objetivo es proporcionar atención a quienes no pueden huir. Las iglesias están refugiando a cientos de civiles desde el inicio de la guerra.
Los patriarcados Ortodoxo Griego y Latino de Jerusalén emitieron un comunicado conjunto para explicar que los complejos de San Porfirio y de la Sagrada Familia han sido un refugio para civiles desde el estallido de la guerra en octubre de 2023. Entre los refugiados se encuentran “ancianos, mujeres y niños”, además de habitantes de Gaza con discapacidad.
Según el comunicado, las personas refugiadas en las instalaciones tendrán que tomar una decisión de acuerdo con su conciencia. Entre los que buscaron refugio, muchos se encuentran debilitados y con desnutrición por las dificultades de los últimos meses. Para ellos, abandonar la ciudad de Gaza y huir hacia el sur sería “nada menos que una sentencia de muerte”.
Por esta razón, el clero y las monjas han tomado la decisión de quedarse para continuar el cuidado de quienes se albergan en los recintos. Los patriarcados reconocen no tener conocimiento preciso de lo que pasará en el terreno, para su comunidad y para toda la población.
“Solo podemos repetir lo que ya hemos dicho: no puede haber un futuro basado en el cautiverio, el desplazamiento de palestinos o la venganza”, afirman en el comunicado. Los patriarcados concluyen pidiendo el fin de una “guerra sin sentido y destructiva” y el retorno de los rehenes retenidos por los grupos terroristas de Gaza.
En julio, el impacto de una munición de las FDI contra la Iglesia de la Sagrada Familia causó la muerte de tres personas e hirió a varias. El ejército israelí declaró más tarde que el suceso se produjo a raíz de una munición fallida. El ataque provocó indignación internacional, lo que llevó a la visita de varios líderes religiosos a la Franja de Gaza.
Tras el ataque, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, y el patriarca ortodoxo Teófilo III visitaron la Franja de Gaza. El propósito de su viaje fue inspeccionar los daños en el recinto y reunirse con miembros de la minoría cristiana del enclave, según se informó oficialmente.