Una película inspirada en el caso de Hind Rajab, la niña palestina de cinco años muerta en Gaza en enero de 2024, provocó una de las reacciones más intensas del Festival de Cine de Venecia. “The Voice of Hind Rajab”, dirigido por la franco-tunecina Kaouther Ben Hania, obtuvo una ovación de pie de 23 minutos tras su primera proyección, donde parte del público y numerosos periodistas rompieron en llanto. La directora, acompañada de su elenco vestido de negro, también se mostró conmovida mientras recibía vítores y gritos de “¡Palestina libre!” en el Main Festival Cinema, con capacidad para 1.032 personas.
En la rueda de prensa previa al estreno, Ben Hania declaró: “Vemos que la narrativa en todo el mundo es que los que mueren en Gaza son daños colaterales, en los medios de comunicación. Y creo que esto es tan deshumanizante, y es por eso que el cine, el arte y todo tipo de expresión es muy importante para darles voz y rostro a esas personas”.
El largometraje reconstruye la historia de Rajab, quien intentó escapar del ejército israelí en Gaza junto a seis familiares cuando su automóvil fue alcanzado. Ella fue la única sobreviviente, y sus llamadas grabadas al servicio de rescate de la Media Luna Roja Palestina despertaron indignación internacional al ser difundidas.
La producción cuenta con el respaldo de figuras reconocidas de Hollywood. Entre los productores ejecutivos figuran Joaquin Phoenix, que estuvo presente en Venecia, Brad Pitt, Jonathan Glazer y Alfonso Cuarón. Sobre ese apoyo, Ben Hania afirmó: “Estoy muy feliz, y nunca en mi vida pensé que eso podría ser posible”.
Tras el suceso, la Media Luna Roja Palestina acusó a Israel de haber atacado deliberadamente la ambulancia enviada en auxilio de Rajab. Semanas más tarde, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que, según una investigación preliminar, no había tropas en la zona en el momento de la muerte. Sin embargo, un reporte del Washington Post contradijo esa versión al establecer que vehículos blindados israelíes se encontraban en el área y que los disparos registrados en las grabaciones de la Media Luna Roja coincidían con el armamento utilizado por las FDI.