Israel enfrenta presiones de EE. UU., Reino Unido y la UE para facilitar el tránsito de ayuda humanitaria a Gaza a través del puerto de Ashdod.
Funcionarios de Estados Unidos, Reino Unido y Europa están presionando a Israel para que permita el paso de más ayuda humanitaria a los palestinos en Gaza a través del puerto meridional israelí de Ashdod, según un informe publicado el domingo. Esta solicitud sigue a un anuncio de la Casa Blanca el viernes, indicando que Israel permitiría la entrada de harina a través de dicho puerto.
Un funcionario de EE. UU., citado por The New York Times, mencionó que el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, había enfatizado esta cuestión durante su visita a Israel a principios de enero. El informe sugiere un nuevo acuerdo propuesto, donde los suministros humanitarios para Gaza serían enviados primero a Chipre y luego a Ashdod, para finalmente ser transportados a través del cruce de Kerem Shalom, ya en funcionamiento para entregas de ayuda.
Israel, por su parte, ha rechazado informes de las Naciones Unidas sobre una hambruna generalizada en Gaza, argumentando que los problemas se deben a la incapacidad de la ONU para distribuir adecuadamente los bienes una vez dentro del enclave. El principal desafío para Israel, según el Times, es garantizar que las entregas cumplan con las rigurosas demandas de seguridad, centradas en “eliminar todo lo que pueda beneficiar a Hamás”.
Además de alimentos, que constituyen el 70% de los cargamentos de camiones que llegan a Gaza, según COGAT (la oficina de enlace del Ministerio de Defensa con los palestinos), también se envían agua, suministros médicos y materiales para refugios improvisados a través de Kerem Shalom.
La restricción inicial de ayuda a Gaza por parte de Israel se dio tras la masacre del 7 de octubre, cuando aproximadamente 3.000 terroristas de Hamás atacaron Israel, matando a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando 253 rehenes.
El viernes, EE. UU. expresó su satisfacción ante la decisión israelí de permitir la entrada de grandes cargamentos de harina a través de Ashdod, ubicado a unos 40 kilómetros de la frontera con Gaza. Aunque Jerusalén no ha anunciado oficialmente esta decisión, aparentemente debido a su impopularidad entre la opinión pública, un funcionario israelí confirmó al Times que el gabinete de seguridad aprobó el plan.
La ONU estima que 1,9 millones de gazatíes, y afirma que “el 85% de la población antes de la guerra, han sido desplazados. A pesar de los esfuerzos, persiste una escasez de alimentos, agua, combustible y medicinas en Gaza. La guerra, que ya dura 108 días, ha exacerbado estas condiciones”.