A principios de marzo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, comunicó a Qatar la urgencia de presionar a Hamás para alcanzar un alto el fuego temporal y un acuerdo de liberación de rehenes, según informa la CNN. Este mensaje se transmitió con la advertencia de que, de no lograrse un avance, los dirigentes de Hamás podrían ser expulsados de Doha, su base desde 2012.
The Times of Israel reveló que el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, contempló la posibilidad de expulsar a los líderes de Hamás de Doha en una reunión con Blinken, sugiriendo en su lugar que Qatar utilizara su influencia sobre Hamás para negociar la liberación de los rehenes. Esta propuesta se produjo tras el atentado de Hamás del 7 de octubre, y puso de relieve la posición estratégica de Qatar gracias a la oficina que Estados Unidos animó a crear al grupo en 2012.
La iniciativa de Blinken, planteada el 5 de marzo, busca aumentar la presión sobre Hamás mediante la amenaza de expulsión, aunque la respuesta de Doha a este planteamiento no quedó claramente definida.
Durante esta semana, con Blinken en la región y a quien se espera en Israel el viernes para reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu y su gabinete, se están intensificando los esfuerzos diplomáticos. Paralelamente, está previsto que el jefe del Mossad, David Barnea, viaje a Qatar este viernes, en un momento crucial para las negociaciones sobre un posible acuerdo de tregua y la liberación de los rehenes.