Un oficial egipcio señala que no hay nuevas concesiones de Hamás posibles y critica la falta de voluntad de Israel y EE. UU. para acabar la guerra.
Estancamiento en las negociaciones de cese al fuego en Gaza
Un alto funcionario egipcio involucrado en las negociaciones para un acuerdo de rehenes y cese al fuego en Gaza afirmó que las conversaciones han llegado a un punto muerto. En declaraciones al medio libanés Al-Akhbar, ligado a Hezbolá, el oficial, cuya identidad no fue revelada, aseguró que “no hay nada nuevo que negociar” y que “no se pueden forzar más concesiones a Hamás”. Según el funcionario, el principal obstáculo es la falta de voluntad por parte de Israel y Estados Unidos para poner fin al conflicto, iniciado el 7 de octubre de 2023, cuando terroristas liderados por Hamás atacaron el sur de Israel, matando a unas 1,200 personas y secuestrando a 251.
El oficial egipcio criticó la estrategia de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, que apuesta por presionar a Hamás mediante la fuerza militar israelí para obtener más concesiones. “Ese enfoque es un error”, advirtió, según el reporte de Al-Akhbar. Egipto, mediador clave junto a Qatar en las negociaciones, respalda una propuesta que implica la liberación de todos los rehenes a cambio de una retirada completa de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza y una tregua a largo plazo. Esta posición refleja los esfuerzos de El Cairo por lograr una solución integral al conflicto, que ha dejado más de 48,000 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud dirigido por Hamás.
El reporte también menciona discusiones sobre una fórmula alternativa que plantea una tregua temporal de menos de un año, estructurada en dos fases y respaldada por garantías estadounidenses. Aunque no se especifica quién participa en estas conversaciones, la propuesta incluye un compromiso inicial de Israel para completar un proceso negociador que eventualmente conduciría al fin de la guerra. En la primera fase, Hamás entregaría más de la mitad de los rehenes vivos y los restos de algunos muertos. Sin embargo, Al-Akhbar no detalla los términos de la segunda fase. Esta iniciativa contrasta con la postura de Hamás, que rechaza treguas parciales o temporales, exigiendo un fin definitivo al conflicto y una retirada total israelí.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reiterado que no aceptará acuerdos que permitan a Hamás mantener su poder militar o de gobernanza en Gaza. En un discurso reciente, Netanyahu afirmó: “No detendremos la lucha hasta que todos los rehenes estén en casa y los objetivos de la guerra se cumplan”. Esta posición, respaldada por su coalición , incluye la destrucción total de las capacidades de Hamás, lo que ha complicado las negociaciones. Un oficial israelí citado por The Times of Israel desestimó el lunes la posibilidad de aceptar una tregua de cinco años propuesta por Hamás, argumentando que permitiría al grupo “rearmarse y recuperarse”.
Datos clave sobre las negociaciones en Gaza
- Rehenes restantes: Hamás retiene a 59 rehenes, de los cuales 24 estarían vivos, según estimaciones israelíes.
- Mediadores: Egipto y Qatar lideran las negociaciones, con apoyo de EE. UU., representado por el enviado especial Steve Witkoff.
- Propuesta egipcia: Incluye la liberación de todos los rehenes a cambio de una retirada israelí completa y una tregua a largo plazo.
- Bloqueo de ayuda: Israel detuvo la entrada de ayuda humanitaria a Gaza desde el 2 de marzo de 2025, tras el colapso de la tregua previa.
- Historial de treguas: Una tregua de noviembre de 2023 liberó a 105 civiles, y otra en enero de 2025 permitió la liberación de 38 rehenes.
Contexto de las negociaciones y posturas enfrentadas
Las negociaciones han enfrentado múltiples obstáculos desde que se rompió una tregua de dos meses el 18 de marzo de 2025, tras el reinicio de operaciones militares israelíes que dejaron más de 400 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud local. Hamás acusó a Israel de violar los términos del cese al fuego de enero, mientras que Israel justificó sus acciones alegando que Hamás rechazó propuestas para extender la tregua. Desde entonces, los mediadores han intentado sin éxito avanzar hacia la segunda fase de un acuerdo de tres fases pactado en enero, que preveía la liberación de todos los rehenes y una retirada israelí completa a cambio de un fin permanente de la guerra.
Un punto de fricción clave es la demanda israelí de que Hamás se desarme, una condición que el grupo terrorista ha rechazado rotundamente. Según fuentes egipcias citadas por Reuters, las negociaciones han logrado avances en algunos aspectos, como un consenso tentativo para una tregua a largo plazo, pero persisten desacuerdos sobre el armamento de Hamás. Israel sostiene que cualquier acuerdo debe garantizar que el grupo no pueda rearmarse ni planear nuevos ataques como el del 7 de octubre. Además, Israel mantiene un control estricto sobre la ayuda humanitaria a Gaza, habiendo suspendido todas las entregas desde marzo para presionar a Hamás.
En el lado egipcio, Al-Masry Al-Youm, un diario egipcio en inglés, reportó que el jefe de inteligencia egipcio, Gen. Hassan Mahmoud Rashad, se reunió recientemente con el ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermer, para discutir los términos de un posible acuerdo. Estas reuniones en El Cairo reflejan el rol activo de Egipto, que también coordina la evacuación médica de palestinos y la entrada de ayuda a Gaza. Sin embargo, la falta de progreso ha llevado a Egipto a reforzar su postura de apoyo a una solución integral, alineándose con las demandas de Hamás de un fin permanente al conflicto.
Fuentes hebreas, como el portal de noticias Ynet, informaron que Israel considera “inaceptables” las propuestas que impliquen una retirada total de Gaza sin garantías de que Hamás sea desmantelado. Un funcionario israelí citado por el medio afirmó que las recientes declaraciones de Hamás sobre la liberación de rehenes, como el caso del soldado estadounidense-israelí Edan Alexander, son tácticas de “guerra psicológica”. Israel insiste en que cualquier acuerdo debe incluir la liberación de todos los rehenes, vivos y muertos, y ha rechazado propuestas que no aborden la amenaza de Hamás a largo plazo.
Impacto regional y mediación internacional
El estancamiento en las negociaciones ha generado preocupación internacional. Egipto, que comparte frontera con Gaza, ha advertido sobre el riesgo de una nueva escalada de violencia si no se logra un acuerdo. El Ministerio de Relaciones Exteriores egipcio emitió un comunicado el 18 de marzo, instando a la comunidad internacional a intervenir para evitar un nuevo ciclo de violencia. Qatar, otro mediador clave, ha enfrentado críticas de Israel, que acusó al país del Golfo de influir negativamente en Hamás para rechazar propuestas recientes. Un oficial israelí citado por The Times of Israel señaló que Qatar “no ha jugado un papel positivo” en las últimas rondas de diálogo.
Estados Unidos, a través de su enviado especial Steve Witkoff, ha intentado mediar con propuestas como la extensión de la primera fase del cese al fuego hasta abril, pero estas han sido rechazadas por Hamás por no garantizar un fin permanente de la guerra. La administración Trump ha mantenido una postura firme, con el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, James Hewitt, declarando: “Los términos no han cambiado: liberen a los rehenes o enfrenten las consecuencias”. Sin embargo, las garantías estadounidenses mencionadas en la propuesta alternativa de tregua temporal no han sido detalladas públicamente, lo que genera incertidumbre sobre su viabilidad.
En el ámbito hebreo, Arutz Sheva reportó que la opinión pública israelí sigue dividida entre quienes exigen la liberación inmediata de los rehenes y quienes apoyan la estrategia de Netanyahu de mantener la presión militar. Las protestas en Tel Aviv, como las registradas el 15 de marzo, reflejan la urgencia de un acuerdo para las familias de los rehenes, mientras que el gobierno insiste en que ceder a las demandas de Hamás pondría en riesgo la seguridad nacional.
la guerra continúa afectando a la población de Gaza, donde la suspensión de la ayuda humanitaria ha agravado la crisis. Según la ONU, más del 90% de las viviendas en Gaza han sido dañadas o destruidas, y la falta de alimentos, combustible y electricidad amenaza a los 2.3 millones de habitantes. A pesar de los esfuerzos de mediación, la falta de consenso entre las partes mantiene la guerra en un punto crítico, sin un camino claro hacia la paz.