Se dice que El Cairo está furioso con el grupo terrorista Hamás por la reanudación de las manifestaciones islamistas en la frontera con Israel y su obstinación respecto a un acuerdo de intercambio de prisioneros.
La decisión de Egipto de cerrar el lunes el paso fronterizo de Rafah con la Franja de Gaza fue coordinada con Israel y tiene como objetivo presionar a Hamás por su obstinación en las conversaciones de alto el fuego que El Cairo está negociando entre el Estado judío y el grupo terrorista que controla el enclave costero, informó el martes Al-Akhbar.
Según el medio de comunicación afiliado a Hezbolá, Egipto está “furioso” con los funcionarios de Hamás por la negativa del grupo a elastificar las demandas que ha planteado en las negociaciones y por su rotunda negativa a discutir un acuerdo de intercambio de prisioneros con Israel.
El grupo terrorista islamista tiene en su poder los restos de los soldados de las FDI Oron Shaul y Hadar Goldin, ambos asesinados durante la operación Margen Protector en el verano de 2014. La etíope israelí Avera Mengistu y el beduino israelí Hisham al-Sayed, ambos con problemas de salud mental, cruzaron a Gaza por su cuenta en circunstancias poco claras en 2014 y 2015 y fueron capturados por Hamás.
El Cairo también se ha enfrentado a Hamás por la reanudación de manifestaciones violentas en la frontera con Israel.
Hamás ha amenazado con intensificar la violencia fronteriza, así como con reanudar los disparos de cohetes contra Israel, a menos que sus demandas se cumplan en su totalidad, incluso con respecto a la transferencia de dinero en efectivo de Qatar.
Desde 2018, Qatar ha proporcionado más de 300 millones de dólares en subsidios a Gaza, incluyendo entre 10 y 15 millones en efectivo cada mes. Estos últimos pagos llegan a la Franja en maletas y se entregan directamente a Hamás, que afirma que los utiliza para pagar a sus funcionarios en el enclave costero.
Sin embargo, a Israel le preocupa que Hamás desvíe los fondos para reconstruir su arsenal de armas y su infame red de túneles terroristas, la mayoría de los cuales han sido destruidos durante la operación “Guardián de los Muros”.
A la exigencia de Israel se sumó la Autoridad Palestina, que pretende reafirmar su poder en Gaza, de donde Hamás la expulsó violentamente en el 2007.
Ambos, al igual que Egipto, exigen que la ayuda qatarí se entregue a Gaza a través de transferencias bancarias ordenadas, que podrían ser supervisadas, una exigencia que Hamás ha rechazado rotundamente.
La próxima entrega de efectivo qatarí está prevista para el mes que viene, pero Hamás había exigido recibir el fondo esta semana, argumentando que esperar al mes que viene “da más tiempo a Israel”.
El Cairo se enfadó por la demanda y cerró el paso de Rafah como respuesta. Según el informe, la medida no ha afectado a las comunicaciones de Egipto con funcionarios de Hamás sobre la posibilidad de celebrar conversaciones de alto el fuego en El Cairo.