Los mandatarios de Egipto y Jordania rechazaron de manera tajante la propuesta presentada por el presidente estadounidense Donald Trump para trasladar a los palestinos a sus respectivos países. Este pronunciamiento se dio un día después de que Trump asegurara que aceptarían el plan.
Desde El Cairo, el presidente egipcio, Abdel-Fattah el-Sissi, reafirmó que la postura histórica de su nación respecto a la causa palestina no puede ser negociada. En una conferencia de prensa junto al mandatario keniano, William Ruto, destacó que el desplazamiento forzado de los habitantes de Gaza representa una injusticia en la que Egipto no está dispuesto a participar.
En relación con la posibilidad de reubicar a los palestinos, Sissi fue enfático al señalar que no puede ser tolerada ni permitida debido a las implicaciones para la seguridad nacional egipcia. Además, destacó el compromiso de su país con la creación de un Estado palestino y la protección tanto de su población como de su territorio.
También expresó la voluntad de Egipto de colaborar con el presidente Trump en la búsqueda de una paz basada en la solución de dos Estados. Según Sissi, el líder estadounidense tiene la capacidad de concretar este objetivo y garantizar una paz justa y duradera en la región.
Por su parte, el rey Abdullah II de Jordania reafirmó horas después que los palestinos deben permanecer en su territorio. Durante reuniones en Bruselas, el monarca destacó la posición invariable de Jordania sobre la necesidad de preservar los derechos legítimos de los palestinos dentro de la solución de dos Estados.
El sábado, Trump propuso “limpiar” Gaza tras más de 15 meses de conflicto entre Israel y Hamás, lo que dejó la Franja en ruinas. Consultado al respecto, el lunes por la noche reiteró su postura a bordo del Air Force One, señalando su deseo de que los palestinos vivan en un lugar sin violencia ni inestabilidad.
Según Trump, la Franja de Gaza ha sido escenario de conflicto durante siglos y ha albergado diversas civilizaciones a lo largo de la historia. Argumentó que los palestinos podrían encontrar mejores condiciones de vida en otros lugares, con mayor seguridad y comodidad.
Las autoridades de Egipto y Jordania han manifestado su oposición a esta idea, insistiendo en que los palestinos deben permanecer en Gaza. También alertaron sobre el riesgo de que aquellos que se vean obligados a salir jamás puedan regresar. No obstante, las declaraciones recientes de Sissi y Abdullah representaron el rechazo más explícito hasta el momento.
Trump adelantó que discutirá el tema con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una próxima reunión. En Israel, han surgido especulaciones sobre una posible coordinación entre la estrategia de Trump y el gobierno de Jerusalén.
Un ministro del gabinete de seguridad israelí, que habló bajo condición de anonimato, sugirió a The Times of Israel que los comentarios de Trump podrían estar diseñados para fortalecer la posición de Netanyahu ante sus aliados. Esto cobra relevancia en un contexto donde su coalición enfrenta presiones internas por la reciente negociación de un alto el fuego y la liberación de rehenes, acuerdos alcanzados bajo la influencia de Estados Unidos.
Desde la Oficina del primer ministro israelí se confirmó que Netanyahu viajará a Washington la próxima semana para reunirse con Trump el martes.