Una empresa de Gaza que opera plantas desalinizadoras de agua que abastecen a casi la mitad de la población del enclave ha detenido sus operaciones en protesta por la detención de uno de sus empleados por parte de Hamás.
Youssef Yassin, miembro del consejo de administración de la empresa Abdul Salam Yassin, afirma que la medida afectaría a más de un millón de personas que normalmente reciben agua de la compañía.
Más de 70 camiones que transportan contenedores de agua a través del enclave también han dejado de operar, añade, lo que supone un riesgo de mayor interrupción del suministro después de que la red de tuberías resultara gravemente dañada durante la guerra.
“Sé que es catastrófico, pero proteger a nuestros empleados es un asunto sagrado”, declara Yassin a Reuters.
Yassin afirma que Hamás no ha dado ninguna razón para la detención ocurrida ayer por la noche. Hamás no hizo comentarios de inmediato cuando fue contactado por Reuters.
Mientras continúan las negociaciones de posguerra sobre su futuro, Hamás ha retomado de forma gradual el control en zonas de Gaza de las que Israel se ha retirado. Las potencias extranjeras exigen que el grupo se desarme y abandone el gobierno, pero aún no han llegado a un acuerdo sobre quién lo reemplazará.
Esta medida constituye una inusual muestra de disconformidad contra Hamás, que gobierna el enclave palestino desde 2007. En marzo y abril estallaron breves manifestaciones que exigían el fin de la guerra y la renuncia de Hamás al poder, pero se disiparon tras la advertencia de que no se toleraría el desorden público.
Si la protesta de la empresa persiste, podría agravar la crisis crónica del agua en el enclave, que se vio aún más perjudicada por dos años de guerra.
