Una reunión de alto riesgo celebrada el miércoles pasado entre los enviados del presidente Trump y los líderes de Hamás desempeñó un papel fundamental en la conclusión del acuerdo de paz en Gaza, según tres fuentes con conocimiento directo de las conversaciones.
Axios informó que uno de los principales obstáculos para el acuerdo fue la preocupación de Hamás ante la posibilidad de que Israel reanudara las operaciones militares tras la liberación de los rehenes. Para resolver este problema, los enviados de Trump, Steve Witkoff y Jared Kushner, se reunieron directamente con terroristas líderes de Hamás para asegurar personalmente que Trump garantizaría el cumplimiento israelí del acuerdo, siempre que Hamás hiciera lo propio.
Antes de su partida, Trump autorizó de manera privada a Witkoff y Kushner a reunirse con Hamás si resultaba necesario. Una vez en Sharm el-Sheij, Egipto, ambos informaron a los mediadores Qataríes, egipcios y turcos que Trump había aprobado un diálogo directo.
Esa noche, funcionarios Qataríes notificaron a Witkoff que las conversaciones se encontraban estancadas y propusieron que una reunión cara a cara podría desbloquearlas. “Si se reúnen con ellos y les dan la mano, habrá un acuerdo”, afirmó un alto funcionario Qatarí.
Witkoff y Kushner entraron en una villa donde se encontraban importantes figuras de Hamás, entre ellas Khalil al-Hayya, recientemente objetivo de un ataque israelí, junto a altos funcionarios de inteligencia de Egipto y Turquía, además de destacados representantes de Qatar.
Durante una reunión de 45 minutos, Witkoff comunicó a los líderes de Hamás que mantener rehenes se había convertido en una “responsabilidad” y los instó a avanzar con el acuerdo e iniciar la liberación de detenidos por ambas partes. Cuando se le pidió transmitir un mensaje de Trump, Witkoff respondió: “El mensaje del presidente Trump es que recibirán un trato justo y que respalda los 20 puntos de su plan de paz”.
Tras la reunión, Hamás conversó en privado con los mediadores. Poco después, el jefe de inteligencia egipcio regresó y anunció: “Basándonos en la reunión que acabamos de tener, tenemos un acuerdo”.
Este fue el segundo encuentro directo importante entre el equipo de Trump y Hamás. En marzo, el enviado estadounidense para asuntos de rehenes, Adam Boehler, sostuvo conversaciones sin precedentes en Doha para solicitar la liberación del ciudadano estadounidense Edan Alexander y la devolución de los restos de otras cuatro personas. Ese esfuerzo se interrumpió, en parte por la oposición del gobierno israelí y la falta de coordinación previa.
Según las fuentes, la disposición del equipo de Trump a reunirse personalmente con Hamás, a pesar de los riesgos políticos, evidenció el compromiso de Estados Unidos con el cumplimiento del acuerdo. “Cuando los enviados de Trump dieron su palabra, Hamás les creyó”, declaró una fuente.