El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Noel Barrot, solicitó a Israel autorizar la entrada de medios internacionales a la Franja de Gaza. Emitió la declaración desde Ucrania oriental durante una entrevista concedida a la emisora France Inter, en medio de advertencias por una posible hambruna en el enclave palestino tras 21 meses de hostilidades.
Barrot afirmó: “Pido que se permita a la prensa libre e independiente acceder a Gaza para mostrar lo que está sucediendo allí y dar testimonio”. Su llamado coincidió con una denuncia de la agencia AFP sobre el riesgo que enfrentan los periodistas independientes palestinos que colaboran con el medio desde Gaza, debido al agravamiento de las condiciones humanitarias. La agencia solicitó a Israel autorizar la salida de estos reporteros y sus familias.
Consultado sobre una posible intervención francesa, Barrot confirmó que su país ya abordaba el tema y expresó: “Esperamos poder evacuar a algunos colaboradores de periodistas en las próximas semanas”. La AFP había advertido que uno de los reporteros palestinos informó que su hermano murió por inanición, un hecho que llevó a la Société des Journalistes (SDJ) del medio a pedir una “intervención inmediata”.

Desde el inicio de la guerra, diversas organizaciones, incluidas agencias de la ONU, han instado al gobierno israelí a permitir el acceso de medios internacionales a Gaza. Las autoridades han rechazado las solicitudes, alegando que las condiciones de seguridad son demasiado inestables para permitir ingresos sin acompañamiento militar.
El Tribunal Supremo de Israel ratificó en 2024 la política de restricciones, avalando la posición del Ministerio de Defensa. El fallo reconoció que solo se autorizaba el ingreso de periodistas residentes en Gaza o corresponsales acompañados por el ejército, debido a “amenazas de seguridad concretas” y a las “extremas preocupaciones de seguridad en este momento”.
La AFP evacuó a sus ocho empleados y a sus familias entre enero y abril de 2024. La SDJ, agrupación de trabajadores de la agencia, afirmó que nunca había registrado la muerte por inanición de un colega. En un comunicado emitido en sus redes sociales, la AFP declaró: “Desde el 7 de octubre, Israel ha prohibido el acceso a la Franja de Gaza a todos los periodistas internacionales”, en referencia al ataque masivo perpetrado por Hamás que causó la muerte de unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y la toma de 251 rehenes.
La agencia añadió: “En este contexto, el trabajo de nuestros trabajadores independientes palestinos es crucial para informar al mundo”, y solicitó a las autoridades israelíes permitir su evacuación junto con sus familias. Israel, por su parte, ha presentado pruebas que vinculan a algunos reporteros palestinos con organizaciones terroristas como Hamás.

El lunes, Barrot también reclamó un “alto el fuego inmediato” tras la ampliación de la ofensiva israelí en la ciudad de Deir al-Balah, ubicada en el centro de Gaza. Sostuvo: “Ya no hay ninguna justificación para las operaciones militares del ejército israelí en Gaza”. Además, condenó los desplazamientos forzados de civiles generados por las acciones militares.
La ofensiva comenzó mientras las negociaciones para un acuerdo de cese del fuego y liberación de rehenes no lograban avances. Las FDI decidieron intervenir con fuerzas terrestres en una zona donde hasta ahora solo habían ejecutado ataques aéreos, al considerar que Hamás podría retener allí a algunos cautivos. El grupo terrorista ha advertido que ejecutará a los rehenes si las tropas israelíes se aproximan.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas también expresó su oposición a la operación en Deir al-Balah y exigió al gobierno justificar la decisión. Aunque las FDI aseguran que evitan intervenir en zonas donde saben que hay rehenes, exsecuestrados han declarado haber estado bajo fuego israelí durante su cautiverio. En 2024, seis rehenes fueron ejecutados en Rafah después de que tropas se acercaran inadvertidamente a su ubicación.