El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot, solicita a Israel que garantice de inmediato la entrega de ayuda humanitaria a Gaza sin limitaciones ni demoras, tras el anuncio del primer ministro Benjamin Netanyahu sobre la autorización de una cantidad mínima de asistencia. Barrot subraya en X que, tras tres meses de gestiones diplomáticas, Israel acepta reabrir el flujo de ayuda. Insiste en que esta debe ser abundante, sin trabas y capaz de frenar la crisis humanitaria, además de erradicar la hambruna que afecta a la población.
Jake Wood, director de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), celebra la decisión israelí de permitir la reanudación inmediata de la ayuda. En un comunicado, Wood destaca que esta medida alinea con el compromiso asumido con su organización, que busca actuar como un puente temporal hasta que la GHF opere plenamente. resalta la urgencia de implementar esta iniciativa, dado que las necesidades en Gaza no admiten demoras. También agradece el respaldo de la Administración Trump para impulsar este esfuerzo.
Wood detalla que el anuncio representa un avance significativo, aunque intermedio. Explica que la GHF planea establecer cuatro Sitios de Distribución Segura antes de finales de mes. Asegura que la fundación ha obtenido fondos de la comunidad internacional y continuará recibiéndolos para sostener sus operaciones. Además, coordina con socios globales y organizaciones humanitarias, e insta a todos los actores a colaborar para evitar que la fragmentación o la indecisión obstaculicen la entrega de asistencia vital.
La GHF, según Wood, construye un sistema transparente y seguro para distribuir ayuda de forma directa, sin desvíos ni retrasos, respetando los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad, humanidad e independencia. Este enfoque busca garantizar que la asistencia llegue a quienes la necesitan sin comprometer la integridad del proceso.
Políticos israelíes y grupos de presión rechazan con firmeza la decisión de Netanyahu de reanudar la ayuda a toda la Franja de Gaza. Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, sostiene que cualquier asistencia fortalece a Hamás y prolonga el sufrimiento de los rehenes retenidos en túneles. Califica la medida como un error grave que carece de apoyo mayoritario y afirma en X que los rehenes no reciben ayuda humanitaria, exigiendo un enfoque más duro contra Hamás.
Amichay Eliyahu, ministro de Patrimonio y miembro del partido Otzma Yehudit, lamenta que Netanyahu desperdicie una oportunidad histórica para derrotar al islam radical. Argumenta que permitir la entrada de ayuda debilita el esfuerzo bélico y obstaculiza la liberación de los rehenes. El Foro Tikva, que representa a familiares de rehenes, expresa conmoción ante lo que considera un regalo a Hamás sin contrapartidas, mientras los cautivos padecen hambre desde hace casi 600 días. El grupo pide a Ben Gvir y al ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que bloqueen esta iniciativa, advirtiendo que cualquier suministro al enemigo traiciona a los rehenes y a los soldados de las FDI.
Desde el partido Likud de Netanyahu, el diputado Avichai Boaron critica la repetición de estrategias fallidas, mientras Moshe Saada califica la decisión de inmoral y errónea, especialmente por coincidir con el retiro de cinco divisiones de las FDI. Ambos exigen erradicar a Hamás en lugar de apoyarlo. Benny Gantz, líder opositor, acusa a Netanyahu de evadir responsabilidades y culpar a las FDI para proteger su coalición. Gantz reclama un liderazgo que asuma decisiones difíciles con transparencia.
El grupo Tzav 9, conocido por bloquear camiones de ayuda, convoca a sus activistas a retomar estas acciones. Exige que no se envíe asistencia a Hamás hasta que todos los rehenes regresen. Esta organización, sancionada previamente por la administración Biden y luego respaldada por Trump, intensifica la controversia en torno a la decisión de Netanyahu.