Salah, un padre de 60 años con cinco hijos, describe una noche devastadora en la ciudad de Gaza: “Las explosiones resonaron sin pausa. Bombardearon escuelas y hogares. Parecía un terremoto”. Mientras los medios mencionan un posible alto el fuego, los residentes enfrentan muerte y estruendos constantes.
En el suburbio de Zeitoun, tanques israelíes irrumpieron en las zonas orientales y bombardearon múltiples áreas del norte. Aviones atacaron al menos cuatro escuelas tras órdenes de evacuación que obligaron a cientos de familias refugiadas a abandonar los edificios, según testimonios de los habitantes.
Las autoridades sanitarias de Hamás reportan al menos 25 muertos en los ataques del lunes, 10 de ellos en Zeitoun. Estas cifras, que no distinguen entre civiles y combatientes, no han sido verificadas de manera independiente.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguran que los operativos se dirigieron contra objetivos terroristas, como centros de comando y control en el norte de Gaza. Las FDI afirman que implementaron medidas para reducir el riesgo de daños a civiles durante los ataques.