Hamás dice que ha lanzado 5.000 cohetes contra Israel en un ataque sorpresa a primera hora de la mañana que denomina “Operación Inundación de Al Aqsa”.
Mohammad Deif, comandante militar de Hamás, emite un comunicado en el que afirma que los ataques en curso son una represalia por la “profanación” israelí de la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén.
Añade que Israel ha matado y herido a cientos de palestinos este año y que ha rechazado ofertas de intercambio de prisioneros.
Se dispararon más de 5.000 misiles, afirma Deif.
“Hoy, el pueblo está resucitando la revolución y reviviendo la Marcha del Retorno”, afirma.
Insta a los árabes de Jerusalén y del interior de Israel, del Néguev, de Galilea y del norte de Israel a “incendiar la tierra bajo los pies de los ocupantes”.
Pide además a la “resistencia islámica de Líbano, Irak y Siria” —países con movimientos terroristas que cuentan con el apoyo militar de Irán— que “fusionen hoy su resistencia con la de los palestinos” y “emprendan ya la marcha hacia Palestina”.
Saleh al-Arouri, jefe adjunto de Hamás y considerado su líder en Judea y Samaria, emitió una declaración en el mismo sentido, en la que pedía a las naciones árabes e islámicas que se unieran a la “Operación Inundación al-Aqsa”.