Un grupo de hombres armados de Hamás perpetró un ataque contra un autobús que trasladaba personal de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) en el sur de la Franja de Gaza, causando la muerte de al menos ocho personas, heridas a varias más y posiblemente la captura de rehenes, según informó la organización el jueves. El incidente ocurrió el miércoles alrededor de las 10 p.m., cuando el vehículo transportaba a 20 empleados hacia un punto de distribución de ayuda al oeste de Jan Yunis.
La GHF actualizó el balance de víctimas fatales de sus “miembros del equipo local y voluntarios” de cinco a ocho y expresó su preocupación por la posible toma de rehenes. La organización aún recopila información para esclarecer los hechos, y un portavoz no presentó evidencia inmediata que respalde el reporte. En redes sociales, cuentas asociadas a Hamás afirmaron que el ataque tuvo como objetivo a miembros del clan Abu Shabab, supuestamente apoyado por Israel, con un saldo de cinco muertos y 12 heridos. Sin embargo, una página de Facebook gestionada por dicho clan desmintió que sus integrantes fueran las víctimas.
La fundación denunció que Hamás había emitido amenazas abiertas contra su personal, trabajadores humanitarios y civiles beneficiarios de la ayuda en los días previos al ataque. “Este acto de violencia no surgió de la nada. Las advertencias de Hamás fueron ignoradas”, señaló la GHF, que reafirmó su compromiso de continuar con la entrega de asistencia a los palestinos en Gaza a pesar de la agresión.
Pese al atentado, la GHF decidió mantener operativos tres sitios de distribución de ayuda el jueves por la mañana, dos en Tel Sultan, al sur de Gaza, y uno en Wadi Gaza, en el centro de la Franja. La organización logró distribuir más de 45.000 cajas de ayuda alimentaria, la mayor cantidad en un solo día, según sus registros. Más de la mitad de estas cajas se entregaron en su punto principal en Rafah, cerca de la frontera con Egipto. Cada caja, según la fundación respaldada por Estados Unidos e Israel, contiene alimentos suficientes para 5,5 personas durante 3,5 días.
John Acree, director ejecutivo interino de la GHF, declaró: “Evaluamos la posibilidad de cerrar nuestros sitios debido a los riesgos de seguridad, pero concluimos que la mejor respuesta a los cobardes asesinos de Hamás era seguir entregando alimentos a la gente de Gaza que depende de nosotros”. Acree destacó que la misión de garantizar seguridad alimentaria para los palestinos no se detendrá.
Hamás ha insistido en retomar la distribución de ayuda a través de mecanismos respaldados por la ONU, que, según Israel y Estados Unidos, permitieron al grupo terrorista desviar gran parte de los recursos. La ONU rechazó estas acusaciones y criticó el modelo de la GHF, argumentando que expone a los palestinos a peligros al obligarlos a recorrer largas distancias a través de zonas controladas por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para recoger alimentos. Funcionarios de salud ligados a la Cruz Roja y Hamás reportaron tiroteos fatales casi diarios contra palestinos que se dirigen a los sitios de ayuda desde el inicio de las operaciones de la GHF el 26 de mayo. Las FDI admitieron en al menos ocho ocasiones haber disparado lo que describieron como tiros de advertencia contra personas que se desviaron de las rutas autorizadas.
La GHF informó que ha distribuido unas 271.200 cajas de ayuda, principalmente con alimentos secos que requieren preparación en otros lugares. Desde que Israel levantó parcialmente su bloqueo el 19 de mayo, un promedio de 65 camiones de ayuda ingresan diariamente a Gaza. Sin embargo, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU estima que se necesitan al menos 300 camiones diarios para satisfacer las necesidades de la población gazatí, que, según las FDI, estaba al borde de la hambruna antes de que se reanudara la ayuda tras un bloqueo de 78 días.
Organizaciones humanitarias y la ONU han sostenido que la solución al saqueo de ayuda pasa por saturar Gaza con recursos para reducir la demanda y los precios, en lugar de racionar la asistencia, como ha hecho Israel en el último mes. A las 3 a.m. del jueves, hora local, la GHF anunció en su página de Facebook en árabe que había finalizado la distribución de cajas en su sitio central de Gaza, a pesar de las advertencias de las FDI de no acercarse a los puntos de ayuda antes de las 6 a.m. Un portavoz de la fundación no aclaró por qué la distribución se realizó durante la noche, una práctica que se ha repetido en las últimas dos semanas y media.
Imágenes virales en redes sociales mostraron el martes el caos en un sitio de la GHF, completamente desbordado por gazatíes tras su apertura.