Los principales dirigentes terroristas de Hamás quieren enmiendas a las cláusulas del plan de paz para Gaza del presidente estadounidense Donald Trump, incluidas las relativas al desarme, dijo a la AFP una fuente palestina cercana a la dirigencia del grupo. Los negociadores de Hamás celebraron ayer conversaciones en Doha con funcionarios de Turquía, Egipto y Qatar, informó la fuente, que pidió el anonimato por tratarse de asuntos delicados. La misma fuente agregó que el grupo necesita “dos o tres días como máximo” para dar una respuesta.
El plan de Trump, respaldado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, exige un alto el fuego, la liberación de los rehenes retenidos por Hamás en un plazo de 72 horas, el desarme del grupo y una retirada gradual de Israel de Gaza. Sin embargo, la fuente palestina señaló: “Hamás quiere modificar algunas cláusulas, como la del desarme y la expulsión de los cuadros de Hamás y de sus facciones”.
Los dirigentes de Hamás también reclaman “garantías internacionales para una retirada israelí completa de la Franja de Gaza” y garantías de que no se llevarán a cabo intentos de asesinato dentro ni fuera del territorio. La fuente indicó que Hamás también estaba en contacto con “otros actores regionales y árabes”, sin dar más detalles sobre esos contactos.
Otra fuente conocedora de las negociaciones dijo a la AFP que el grupo palestino estaba dividido respecto al plan de Trump. “Hasta ahora existen dos posturas dentro de Hamás: la primera apoya la aprobación incondicional porque lo fundamental es lograr un alto el fuego garantizado por Trump, siempre que los mediadores aseguren la aplicación del plan por parte de Israel”, señaló.
Pero otros mantienen fuertes reservas sobre cláusulas importantes, añadió la fuente. Rechazan el desarme y la expulsión de cualquier ciudadano palestino de Gaza. “Defienden un acuerdo condicionado a aclaraciones que tomen en cuenta las demandas de Hamás y de las facciones de la resistencia, de modo que no se legitime la ocupación de la Franja de Gaza mientras se criminaliza la resistencia”, afirmó.
“Algunas facciones rechazan el plan, pero las conversaciones continúan y pronto la situación quedará más clara”, concluyó la fuente consultada.