Las organizaciones árabes palestinas de la Franja de Gaza están apoyando al dirigente adjunto de Hamás, Saleh al-Aruri, responsable de la oleada de terrorismo en Judea y Samaria, en respuesta a las amenazas proferidas en Israel de eliminarlo.
Hace unos días, el primer ministro Netanyahu dijo que “Hamás y otras ramas de Irán entienden muy bien que lucharemos con todos los medios contra sus intentos de crear terrorismo contra nosotros, en Judea y Samaria, en Gaza y en cualquier otro lugar. Quienquiera que intente perjudicarnos, quienquiera que financie, quienquiera que organice, quienquiera que envíe el terror contra Israel, pagará el precio completo”.
En una conferencia de prensa en Gaza (martes), las organizaciones árabes palestinas declararon que “morir en combate en el camino de Alá es lo más alto a lo que aspira todo palestino”, subrayando en un mensaje al “enemigo desconsolado” que “habrá una reacción sin precedentes de la oposición ante la comisión de algún acto estúpido”.
Según las organizaciones árabes palestinas, la política de asentamientos provocará “acciones de resistencia de calidad”, es decir, graves atentados terroristas, que aplastarán las cabezas de los asentamientos y convertirán en un infierno la vida del enemigo.
Advirtieron de que el plan de permitir el culto judío en el Monte del Templo en el marco de la división del uso de la mezquita de Al-Aqsa sobre una base clave de tiempo y lugar puede ser el explosivo de una guerra religiosa total que marcará el principio del fin de Israel.
“La espada de Al-Quds (expresión que indica la opción militar) sigue en alto, y la unidad de las arenas y los frentes sigue preparada para la próxima campaña”, dice la declaración de las organizaciones palestinas.