Un alto cargo de Hamás manifestó a Reuters el deseo del grupo terrorista de conservar el dominio en materia de seguridad sobre Gaza en una etapa provisional. Este representante añadió la imposibilidad de asumir el desarme de la entidad terrorista. Tales posturas ilustran los serios impedimentos que afectan las estrategias estadounidenses destinadas a concluir la guerra.
Mohammed Nazzal, integrante del buró político de Hamás, expresó además la disposición de la organización terrorista a aceptar un cese de hostilidades por un lapso máximo de cinco años. Este intervalo serviría para restaurar Gaza, destruida en gran medida. Las seguridades posteriores dependerán de que los palestinos obtengan “perspectivas y optimismo” respecto a su aspiración estatal.
Nazzal defendió la severa acción represiva del grupo terrorista en Gaza durante una entrevista concedida a Reuters desde Doha, residencia habitual de los dirigentes de Hamás. En ese enclave, la entidad ejecutó ajusticiamientos públicos sumarios el lunes. El terrorista aseveró que tales prácticas constituyeron “acciones extraordinarias” en tiempos de guerra y que los condenados resultaron culpables de homicidio.
Hamás difundió estas opiniones en múltiples ocasiones previas. No obstante, la oportunidad elegida por Nazzal para sus declaraciones resalta los graves escollos que bloquean las iniciativas orientadas a consolidar el término definitivo de la guerra. Este conflicto se originó con el ataque terrorista dirigido por Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. Los comentarios surgieron días posteriores al pacto de la fase inicial del cese de hostilidades.
Esas afirmaciones destacan amplias discrepancias entre las actitudes de Hamás y el esquema propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump para Gaza. Tales diferencias emergen antes de las conversaciones previstas, las cuales tratarán el arsenal de Hamás y la forma de administrar el territorio.
La Oficina del primer ministro respondió a la solicitud de opinión sobre las palabras de Nazzal. En su declaración, Israel reafirmó su adhesión al pacto de cese de hostilidades y su persistencia en proteger y ejecutar las obligaciones correspondientes.
“Hamás tiene la obligación de soltar a todos los rehenes en la fase 1. Esa acción no ocurrió. Hamás conoce la ubicación de los cadáveres de nuestros rehenes. Este pacto exige el desarme de Hamás. Sin excepciones. Esa medida no se concretó. Hamás necesita acatar el esquema de 20 puntos. El plazo se agota para ellos”, se indicó en el comunicado dirigido a Reuters.
La propuesta de Trump, fechada el 29 de septiembre, demandaba la devolución inmediata de todos los rehenes por parte de Hamás. Solo después de ese paso, el grupo terrorista procedería al desarme y transferiría la autoridad sobre Gaza a un panel tecnócrata bajo vigilancia de una entidad internacional transitoria.
Benjamin Netanyahu, primer ministro, respaldó esa iniciativa. El plan eliminará las facultades bélicas de Hamás, extinguirá su mando político y asegurará que Gaza no vuelva a constituir un peligro para Israel, según sus palabras.
Pese a ello, el convenio de cese de hostilidades suscrito el 9 de octubre en Sharm el-Sheikh por Ron Dermer, ministro israelí de Asuntos Estratégicos, junto con los intermediarios, omite el desarme de Hamás. Tampoco impone al grupo terrorista la entrega de todos los rehenes muertos en su poder antes de que Israel libere a terroristas palestinos presos.
Israel infligió severos daños a Hamás durante el enfrentamiento armado. Ahora, el grupo terrorista enfrenta una fuerte exigencia para renunciar a su armamento y ceder el mando de Gaza. De lo contrario, corre el riesgo de que se reactive la confrontación.
Nazzal ofreció declaraciones el miércoles. Ante la interrogante sobre la renuncia de Hamás a su arsenal, respondió: “La contestación no admite un sí o un no directo. En verdad, el asunto radica en las características del plan. Ese desarme que mencionas, ¿qué implica? ¿A qué instancia se transferirán las armas?”
El líder terrorista complementó su exposición. Los puntos pendientes en la etapa subsiguiente de las tratativas, entre ellos el armamento, involucran no solo a Hamás sino a diversas facciones palestinas con armas. Tales cuestiones demandan que los palestinos adopten una postura colectiva.
La Casa Blanca remitió a Reuters, ante la consulta sobre su reacción a las declaraciones de Nazzal, a las expresiones de Trump emitidas el jueves. Trump manifestó: “Obtuvimos un pacto de ellos y presumo que lo respetarán”. El presidente mencionó la devolución de más cadáveres por parte de Hamás, aunque evitó precisiones adicionales acerca del desarme o la permanencia provisional del grupo terrorista en el área.
Nazzal sostuvo asimismo que Hamás carece de motivación para retener los cadáveres pendientes de los rehenes muertos, tomados durante el ataque del 7 de octubre.
El grupo terrorista transfirió al menos nueve de los 28 cadáveres. Nazzal alegó dificultades técnicas en la obtención de los restantes. Además, indicó que actores externos, como Turquía o Estados Unidos, colaborarían en la localización si resultara indispensable.
La semana anterior, un alto representante turco anunció la intervención de Turquía en un equipo colaborativo con Israel, Estados Unidos, Qatar y Egipto. Ese conjunto se dedicará a ubicar los cadáveres.
Hamás aceptó el 4 de octubre la liberación de rehenes y la cesión de autoridad a un panel tecnócrata. Sin embargo, el grupo terrorista estipuló que otros temas necesitan resolución en un contexto palestino más extenso. El lunes, soltó a todos los rehenes con vida. Nazzal anunció el inminente inicio de las discusiones para la fase dos.
Trump declaró el martes su mensaje directo a Hamás: el grupo terrorista necesita desarmarse o enfrentará la imposición de esa medida. El presidente insinuó además una autorización temporal para que Hamás ejecute tareas de seguridad interna en Gaza. Trump avaló las ejecuciones de pandilleros por parte del grupo terrorista.
Nazzal aludió a las declaraciones de Trump. El dirigente islamista confirmó un consenso sobre la permanencia de Hamás en el territorio, sin detallar las partes involucradas. Nazzal expresó: “Se trata de una etapa transitoria. En el ámbito civil, operará una gestión tecnócrata según lo indiqué. Hamás mantendrá presencia en el sitio”. Tras esa fase, se convocarán elecciones, según agregó.
Los intermediarios omitieron debatir con el grupo terrorista la creación de una fuerza estabilizadora internacional para Gaza, propuesta incluida en el esquema de cese de hostilidades de Trump, según Nazzal.
El documento constitutivo de Hamás reclama la aniquilación de Israel. No obstante, los cabecillas del grupo terrorista propusieron en ocasiones un armisticio prolongado con Israel a trueque de un Estado palestino que abarque Judea y Samaria, Gaza y Jerusalén Este. Israel califica esa oferta como un engaño.
Hamás planteó un armisticio extendido durante encuentros con autoridades estadounidenses, según Nazzal. El grupo terrorista aspira a un cese de hostilidades por un mínimo de tres a cinco años con el fin de reedificar la Franja de Gaza. “La meta excluye preparativos para un conflicto venidero”.
Para lapsos posteriores a ese intervalo, las certezas futuras exigirán que las naciones “ofrezcan perspectivas y optimismo al pueblo palestino”, manifestó Nazzal. El terrorista de alto rango añadió: “El pueblo palestino anhela un Estado palestino soberano”.