El miembro del politburó de Hamás, Mohammed Nazzal, declaró a Reuters que el grupo pretende conservar el control de seguridad en Gaza durante un periodo interino y no puede comprometerse a entregar las armas. La posición de Hamás refleja los obstáculos que enfrentan los planes de Estados Unidos para concluir la guerra.
Los comentarios de Nazzal se publicaron hoy. El dirigente señaló que el grupo está dispuesto a aceptar un alto el fuego de hasta cinco años, condicionado a que los palestinos reciban garantías sobre el establecimiento de un Estado.
En una entrevista realizada en Doha, donde residen los principales dirigentes de Hamás, Nazzal defendió las ejecuciones públicas efectuadas el lunes en Gaza. Sostuvo que se trató de “medidas excepcionales” en tiempo de guerra y afirmó que los ejecutados eran responsables de homicidios.
Ante la pregunta de si Hamás entregaría sus armas, respondió: “No puedo responder con un sí o un no. Francamente, depende de la naturaleza del proyecto. El proyecto de desarme del que hablas, ¿qué significa? ¿A quién se entregarán las armas?”. Explicó que los asuntos vinculados al desarme se abordarían en la siguiente fase de las negociaciones y afectarían también a otras facciones armadas palestinas, por lo que requerirían una posición común.
Indicó además que las conversaciones correspondientes a esa segunda fase comenzarían pronto. El martes, Donald Trump afirmó que había advertido a Hamás que debía desarmarse o sería forzado a hacerlo. También mencionó que el grupo recibió una aprobación temporal para encargarse de la seguridad interna en Gaza y justificó sus acciones contra miembros de pandillas.
Al comentar las declaraciones de Trump, Nazzal dijo que existía un entendimiento sobre la presencia de Hamás en el terreno, sin precisar entre qué partes, y explicó que su objetivo era proteger los camiones de ayuda de robos y ataques de bandas armadas. Añadió: “Esta es una fase de transición. Civilmente, habrá una administración tecnocrática, como dije. En el terreno, Hamás estará presente”. Señaló que, al concluir esa etapa, deberían realizarse elecciones.
Nazzal afirmó que los mediadores no habían tratado con Hamás la posibilidad de desplegar una fuerza internacional de estabilización para Gaza, propuesta incluida en el plan de alto el fuego de Trump.
La carta fundacional de Hamás contempla la destrucción de Israel, aunque algunos dirigentes han ofrecido treguas prolongadas a cambio del reconocimiento de un Estado palestino. Israel considera tales ofrecimientos como tácticas engañosas.
Nazzal expresó que el grupo propuso una tregua de tres a cinco años durante sus reuniones con funcionarios estadounidenses, con el fin de reconstruir la Franja de Gaza. Aseguró que “el objetivo no es prepararse para una guerra futura”. Añadió que, tras ese periodo, las garantías dependerían de que los estados “brinden horizontes y esperanza al pueblo palestino”.