Israel enfrenta una crisis sin precedentes con un elevado saldo de víctimas y ciudadanos secuestrados por Hamás.
Los ataques aéreos israelíes continuaron en respuesta a la votación del gabinete de seguridad para llevar a cabo “actividades militares significativas”. Los combates persistieron en comunidades cercanas a la frontera de Gaza, y los cohetes seguían cayendo en Israel.
El asalto de Hamás involucró 22 localidades en el sur de Israel, con terroríficas consecuencias: civiles y soldados acribillados, miles de cohetes lanzados y caos generalizado. El país quedó conmocionado e indignado, cuestionando los fallos de inteligencia y política que permitieron esta catástrofe nacional. Se estimó que más de 600 personas murieron, convirtiendo este día en el más sangriento de la historia de Israel.
Las autoridades también informaron de 2,156 heridos, incluyendo 20 en estado crítico y 338 graves. Además de los muertos y heridos, Hamás secuestró a un número indeterminado de civiles y soldados, llevándolos a Gaza. Redes sociales mostraron vídeos espeluznantes de estas víctimas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel crearon una sala de situación para localizar a los rehenes israelíes en Gaza, tanto civiles como soldados. La policía y el Mando del Frente Interior de las FDI también trabajaron en la identificación de los fallecidos en los ataques.
El jefe de la oposición, Yair Lapid, instó al primer ministro Netanyahu a nombrar un coordinador para los israelíes desaparecidos y secuestrados, lo que llevó al nombramiento de Gal Hirsch para esta función. Se informó que había más de un centenar de rehenes en Gaza, incluyendo niños, ancianos y ciudadanos extranjeros.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, estaba tratando de confirmar informaciones sobre estadounidenses muertos o secuestrados en este trágico evento.
En Israel, una mujer compartió una emotiva súplica en las redes sociales con la foto de su abuela de 85 años, Yaffa Adar, en manos de terroristas de Hamás en Gaza. La abuela, una pionera del kibutz y creyente en el sionismo, se encuentra en Gaza como rehén, sufriendo fuertes dolores, sin medicación, comida ni agua. La familia y otras personas desesperadas buscan a sus seres queridos desaparecidos y sienten que las autoridades los han abandonado.
Una madre, Alin Atias, clama por ayuda para encontrar a su hija Amit Buskila y se pregunta dónde está el gobierno en esta situación crítica. Mientras tanto, Ella Ben Ami teme que su padre haya sido secuestrado en Gaza y no tiene información sobre su madre. La falta de comunicación oficial agudiza la angustia de las familias, que dependen de las noticias para obtener información.
Israel solicitó ayuda a Egipto para asegurar la seguridad de los rehenes. El jefe de inteligencia egipcio se comunicó con Hamás y Yihad Islámica, otro grupo radical palestino involucrado en la incursión, en busca de información. Sin embargo, Israel y Hamás negaron mantener conversaciones sobre los rehenes.
La existencia de rehenes israelíes en Gaza complica los planes de un contraataque a gran escala por parte de Israel. A pesar de ello, la Fuerza Aérea israelí intensificó los bombardeos en la Franja de Gaza, atacando cuarteles generales de grupos terroristas. La Marina israelí también impidió que los terroristas se infiltraran por mar, causando bajas.
En total, las FDI han realizado más de 500 ataques desde el inicio de la guerra. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, 370 palestinos han muerto y 2,200 resultaron heridos, la mayoría debido a los ataques de represalia de Israel.
La situación es angustiosa, con familias israelíes buscando desesperadamente a sus seres queridos en manos de Hamás y otros grupos radicales en Gaza. La falta de información oficial y la incertidumbre aumentan la tensión en la región, mientras Israel continúa sus operaciones militares en respuesta a los ataques terroristas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han reportado la eliminación de más de 400 terroristas palestinos en operativos tanto en Israel como en ataques en Gaza. Sin embargo, en Israel, las fuerzas de seguridad aún enfrentan la resistencia de células terroristas atrincheradas en comunidades devastadas más de 34 horas después del inicio del asalto.
Se han registrado intensos tiroteos entre tropas israelíes y terroristas palestinos en la ciudad de Magen, cerca de la frontera con Gaza, donde las FDI también utilizaron tanques. En Kfar Aza, al menos 10 terroristas permanecían escondidos, y el ejército estaba evacuando civiles de las ciudades cercanas a la frontera con Gaza mientras realizaban búsquedas.
Las ciudades evacuadas incluyen Nahal Oz, Erez, Nir Am, Mefalsim, Kfar Aza, Gevim, Or Haner, Ibim, Netiv Ha’asara, Yad Mordechai, Karmia, Zikim, Kerem Shalom, Kissufim, Holit, Sufa, Nirim, Nir Oz, Ein Hashlosha, Nir Yitzhak, Be’eri, Magen, Re’im, Sa’ad y Alumim. Las FDI indicaron que se llevarán a cabo más evacuaciones según la evaluación de la situación.
A pesar de los esfuerzos, muchos civiles permanecen escondidos en sus hogares debido al temor a los terroristas. Se ha informado que las tomas de rehenes en ciudades israelíes han sido resueltas, pero el miedo a la presencia de terroristas sigue generalizado.
Se menciona un trágico incidente de confusión de identidad en el que la policía “neutralizó” un automóvil con terroristas palestinos en la Ruta 4, que resultó ser conducido por un israelí. En Sderot, donde los terroristas invadieron una comisaría de policía, un residente resultó herido por disparos de las fuerzas israelíes.
Aunque los ataques con cohetes han disminuido en comparación con días anteriores, se registraron disparos esporádicos hacia comunidades del sur. Cuatro personas resultaron heridas, una de gravedad, en un ataque en Sderot, y se informa que varios edificios fueron alcanzados.
En la frontera norte de Israel con Líbano, el grupo terrorista Hezbolá bombardeó posiciones israelíes, lo que provocó contraataques israelíes. Esto ha generado preocupación por un posible segundo frente en el conflicto, y el ministro de Defensa ordenó planes de evacuación para ciudades en la frontera septentrional de Israel en caso de un aumento de los combates en ese frente.