Las fuentes de seguridad informaron el miércoles por la mañana que la organización terrorista Hamás aún dispone de varios centenares de cohetes, entre ellos misiles de alcance medio capaces de impactar en el corazón del territorio israelí. La evaluación incluyó la existencia de plataformas listas para lanzamiento y arsenales ocultos en zonas urbanas.
Las mismas fuentes afirmaron que Hamás conserva en su poder más de diez mil fusiles, acumulados a lo largo de los últimos años mediante contrabando y producción local. Esa reserva de armas se mantiene bajo control de células distribuidas en distintos sectores de la Franja, pese a las operaciones de intercepción.
Aunque el grupo terrorista ha perdido capacidad operativa durante la actual guerra, aún conserva más de la mitad de la infraestructura subterránea que utilizaba antes del inicio de los combates. Los túneles siguen desempeñando una función esencial para la movilidad de sus combatientes y el transporte de armamento.
El informe indicó que la mayoría de los dirigentes de Hamás que ocupaban altos cargos antes de la masacre del 7 de octubre fueron eliminados. Desde el estallido de la guerra, las operaciones militares han causado la muerte de más de doscientos ochenta mandos con jerarquía equivalente a comandante de compañía o superior.
La unidad Nukhba, responsable de encabezar la masacre del 7 de octubre, enfrenta actualmente una seria falta de combatientes. Sus filas se redujeron tras intensos enfrentamientos con las fuerzas israelíes, lo que ha limitado su capacidad para realizar incursiones coordinadas o acciones ofensivas de gran escala.
Los especialistas en seguridad han detectado también intentos de Hamás por reorganizar sus estructuras y recuperar su potencial bélico con la meta de alcanzar la fuerza operativa que mantenía antes del 7 de octubre. Dichos esfuerzos se desarrollan en zonas aún bajo su control directo.
Se indicó además que Hamás ocupa “puntos altos estratégicos” con el fin de consolidar sus posiciones y fortalecer su defensa. Desde esos emplazamientos y a través de los túneles que conserva, la organización continúa tratando de ejecutar ataques contra las unidades de Tzáhal desplegadas en el terreno.
Las mismas fuentes reiteraron la detección de las maniobras de Hamás dirigidas a reagruparse y reconstruir su capacidad de combate, con el propósito de restablecer su poder militar al nivel existente antes del 7 de octubre.