La Franja de Gaza, bajo el control de Hamás, es un pequeño territorio de 40 kilómetros de largo por 12 de ancho, que Israel monitorea de cerca. Sin embargo, localizar y rescatar a cerca de 200 rehenes tomados por terroristas palestinos durante el fin de semana representa un desafío titánico. La densa población de Gaza, combinada con su extensa red de túneles y la gran cantidad de rehenes, presenta a Israel un escenario de crisis sin igual.
Las operaciones de rescate, que se desarrollan en paralelo con los intensos bombardeos israelíes sobre Gaza tras el ataque de Hamás, complican aún más la situación. “La situación no tiene precedentes”, expresó Gershon Baskin, quien participó en las negociaciones para liberar al sargento Gilad Shalit en 2011. “Creo que Hamás se sorprendió de la facilidad con la que pudo tomar rehenes. Israel estaba completamente desconcertado por todo lo que ha pasado”.
Imágenes impactantes de los rehenes han circulado, evidenciando la gravedad de la situación. Entre ellas, una mujer siendo arrastrada por terroristas y una madre abrazando a sus hijos. Eli Elbag pasó 12 horas tratando de comunicarse con su hija Liri, de 18 años. Un video recibido mostró a Liri en un vehículo militar israelí, en manos de terroristas.
A medida que los bombardeos continúan, familias como la de Elbag buscan desesperadamente noticias de sus seres queridos. “Nadie puede entender lo que sentimos”, compartió Elbag.
Hamás ha establecido condiciones, demandando la liberación de 5.200 prisioneros palestinos en cárceles israelíes a cambio de los rehenes. Adicionalmente, amenazaron con asesinar a un rehén por cada ataque israelí a objetivos civiles en Gaza sin previo aviso. Además, el grupo terrorista retiene los restos de dos soldados israelíes y dos civiles desde enfrentamientos pasados.
La información sobre los rehenes capturados recientemente sigue siendo escasa. Aunque se sabe que la mayoría son israelíes, varios países han informado que algunos de sus ciudadanos están entre los capturados. Tradicionalmente, Hamás ha considerado a los rehenes como activos valiosos, por lo que la información sobre su estado y ubicación es limitada, negando además el acceso al Comité Internacional de la Cruz Roja.
El martes, el líder estadounidense Joe Biden confirmó que ciudadanos de su país están entre los cautivos. Estados Unidos ha expresado su disposición a transferir su pericia en la recuperación de rehenes a Israel, según anunció John Kirby, representante del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca.
“La prioridad del presidente Biden es garantizar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en territorio extranjero”, comentó Kirby a Canal 12 de Israel. “Continuaremos colaborando estrechamente con Israel en esta situación crítica y brindaremos todo el apoyo necesario para resolverla”.
Bruce Hoffman, experto del Consejo de Relaciones Exteriores, ha indicado que la doble nacionalidad de algunos rehenes agrega complejidad a los esfuerzos de Israel por su liberación. Hoffman sugiere que es plausible que los cautivos se encuentren dispersos en Gaza, y que sus lugares de reclusión podrían estar minados.
“Esta situación representa un reto sin precedentes”, expresó Hoffman. “Aunque el desenlace es incierto, es inevitable un aumento en las bajas entre israelíes, palestinos y ciudadanos de otras nacionalidades”.
Históricamente, Israel ha realizado significativos sacrificios para liberar a sus rehenes. El intercambio de Shalit por más de 1.000 prisioneros palestinos, entre los cuales se encontraba Yahya Sinwar, actual líder del grupo terrorista Hamás en Gaza, es una muestra de ello.
A pesar de la intensificación de los ataques israelíes en Gaza, no es evidente si la seguridad de los rehenes está siendo considerada en la estrategia militar. Recientemente, Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas y parte del Ministerio de Defensa, instó a las fuerzas armadas a enfrentar a Hamás sin dar preeminencia al tema de los cautivos.
Los intentos de mediación por parte de Egipto, Turquía y Qatar parecen estancados. Dada la pérdida de al menos 1.300 israelíes a manos de Hamás, es improbable que Israel acceda a un pacto que beneficie a este grupo terrorista. Como indicó Baskin, “No hay disposición para otorgar concesiones a Hamás”.