El lunes por la mañana, una multitud de palestinos comenzó a desplazarse por una carretera principal hacia el norte de Gaza, aprovechando la apertura de bloqueos por parte de Israel. Este movimiento ocurrió tras un acuerdo con grupos armados para liberar a seis rehenes durante la semana, incluyendo a la civil Arbel Yehoud y a la soldado Agam Berger.
Desde las 7 a. m., los desplazados pudieron cruzar caminando sin inspecciones a través de una sección del Corredor Netzarim, una zona militar que divide la región sur de la ciudad de Gaza. Israel habilitó este paso en el contexto de la guerra que ha afectado al área desde hace más de un año.
A lo largo de una carretera costera, se agolparon familias que llevaban sus pertenencias, marcando un cambio significativo respecto al éxodo masivo hacia el sur al inicio de la guerra. Muchas de estas personas, que habían estado refugiadas en campamentos temporales y escuelas, expresaron su deseo de regresar a sus hogares, pese a las condiciones inciertas en que podrían encontrarlos.
Para Ibrahim Abu Hassera, desplazado de Gaza, la posibilidad de regresar tiene un profundo significado. «Regresar al hogar, a tu familia y seres queridos, es una experiencia incomparable», afirmó, aunque reconoció que su casa podría estar dañada o destruida.
Según reportes, observadores estadounidenses comenzaron a supervisar un puesto de control en el Corredor Netzarim, evitando el tránsito de combatientes y armamento hacia el norte. Estos operativos son llevados a cabo por personal armado de una empresa de seguridad privada. En paralelo, Hamás desplegó combatientes para organizar a la población que se trasladaba, describiendo este movimiento como un logro estratégico y una victoria sobre Israel.
Se estima que unas 650.000 personas intentarán regresar al norte de Gaza en los próximos días, según fuentes palestinas. El acuerdo logrado el domingo permitió resolver las tensiones que habían dificultado la tregua establecida el 19 de enero, marcando un avance en el complejo alto el fuego entre Israel y Hamás.
Durante más de 15 meses de conflicto, Israel había restringido los movimientos hacia el norte, temiendo que Hamás utilizara la situación para reorganizar a sus combatientes. Las Fuerzas de Defensa de Israel advirtieron a los civiles sobre los riesgos de acercarse a posiciones militares israelíes, emitiendo instrucciones específicas a través de redes sociales.
Mientras tanto, la retirada parcial de tropas israelíes del Corredor Netzarim fue confirmada, permitiendo la reapertura de la zona a los desplazados. Autoridades locales señalaron que los desplazamientos comenzaron por la carretera Al-Rashid hacia el norte de Gaza.
La tregua también ha facilitado la entrada de ayuda humanitaria en forma de alimentos, combustible y medicinas, aunque la ONU advierte que la situación en Gaza sigue siendo crítica. Según el acuerdo, la liberación de rehenes y el retorno de los residentes del norte estaban previstos para el fin de semana, pero se retrasaron debido a incumplimientos iniciales.
El compromiso alcanzado incluyó la liberación de Yehoud y Berger, entre otros rehenes, mientras que Israel permitió el regreso de desplazados a partir del lunes. Adicionalmente, Hamás presentó una lista con detalles de los rehenes restantes, resolviendo otro punto de tensión en las negociaciones.
Hamás celebró el regreso de los residentes como una señal del fracaso de los planes de desplazamiento de Israel, mientras que la Yihad Islámica lo calificó como un triunfo frente a las iniciativas de desalojo. Estas declaraciones coinciden con el rechazo de Egipto y Jordania a propuestas internacionales para reasentar a los palestinos en otros países durante la reconstrucción de Gaza.
la guerra, que comenzó el 7 de octubre de 2023 con una incursión de Hamás en el sur de Israel, dejó un saldo de 1.200 muertos y cientos de rehenes. Los enfrentamientos intensificaron el éxodo masivo hacia el sur y la evacuación ordenada por Israel en el norte de la Franja, buscando frenar los movimientos de Hamás en la zona.