El director regional de UNICEF para Oriente Medio y el Norte de África, Edouard Beigbeder, advirtió que Gaza enfrenta el riesgo de una “generación perdida” de niños, tras dos años de devastación que han dejado el sistema educativo prácticamente colapsado.
Desde Jerusalén, tras su regreso del territorio palestino, Beigbeder señaló a la AFP que “este es el tercer año que no ha habido clases” y alertó que, si no se inicia una transición educativa en febrero, “entraremos en un cuarto año. Y luego podemos hablar de una generación perdida”.
El funcionario describió la magnitud de la destrucción en Gaza como “casi omnipresente dondequiera que vayas”, y subrayó que “es imposible imaginar el 80 por ciento de un territorio completamente arrasado o destruido”.
Según explicó, el alto el fuego mediado por Estados Unidos, vigente desde principios de octubre, ha permitido a UNICEF y a sus socios educativos establecer “centros de aprendizaje” temporales para aproximadamente una sexta parte de los niños que deberían asistir a la escuela.
Beigbeder indicó que estos espacios ofrecen tres días de enseñanza básica en lectura, matemáticas y escritura, aunque aclaró que están “lejos de ser una educación formal tal como la conocemos”. Los centros suelen levantarse en escuelas dañadas o cerca de campamentos de desplazados, y consisten en estructuras metálicas cubiertas con láminas de plástico o tiendas de campaña.
En algunos casos, los alumnos disponen de sillas improvisadas, cajas de cartón o tablones de madera como mesas, y escriben en pizarras o tableros de plástico reutilizados. “Nunca he visto a todos sentados correctamente”, comentó, describiendo a los niños sobre colchonetas o alfombras.
A pesar del cese del fuego, Beigbeder calificó la situación del sistema educativo en Gaza como catastrófica, señalando que el 85 por ciento de las escuelas están destruidas o inutilizables. Muchos de los edificios que aún se mantienen en pie sirven ahora como refugios para personas desplazadas, lo que complica la reanudación de las clases. A ello se suma que tanto alumnos como maestros se encuentran desplazados y deben atender a sus propias familias.
Antes de la guerra, el sistema escolar de Gaza ya enfrentaba una grave sobrepoblación, con la mitad de su población menor de 18 años. En cuanto a las escuelas administradas por la Autoridad Palestina con sede en Judea y Samaria, Beigbeder precisó que unas 80 de las 300 requerían renovación.
Agregó que 142 habían sido completamente destruidas y que 38 eran “completamente inaccesibles” por encontrarse dentro del área de la cual las tropas israelíes se han retirado bajo el alto el fuego.
