La ONU podría enfrentar dificultades para mantener el nivel de asistencia previsto durante el acuerdo de alto el fuego sobre rehenes en Gaza, advirtió el jueves un funcionario de la organización en declaraciones a Reuters.
Durante las próximas cinco semanas, la Franja de Gaza recibirá una gran cantidad de ayuda como parte de la primera etapa del pacto entre Israel y Hamás, que comenzó el domingo pasado. Este acuerdo incluye la liberación inicial de 33 rehenes por parte de Hamás, la excarcelación de casi 2.000 terroristas palestinos presos por Israel y el cese de los enfrentamientos en Gaza.
Además, se estipuló que al menos 600 camiones de ayuda humanitaria ingresen diariamente a la región. Según datos de la ONU, el flujo de entregas diarias se ha multiplicado por diez desde el inicio del acuerdo, alcanzando incluso niveles superiores en algunos días.
Muhannad Hadi, responsable de la asistencia humanitaria de la ONU para Gaza y Judea y Samaria, expresó satisfacción por los avances iniciales, aunque destacó que la financiación sigue siendo una preocupación crítica.
“La financiación es crucial. Requerimos fondos inmediatos para garantizar que la ayuda continúe durante los 42 días del acuerdo y en la etapa posterior. Nuestra meta es avanzar hacia una segunda fase”, afirmó tras su reciente regreso de Gaza.
El organismo busca recaudar 4.100 millones de dólares para los territorios palestinos este año, destinando casi el 90 % a Gaza. Sin embargo, solo se ha obtenido el 3,6 % de ese monto hasta ahora.
El Organismo de Obras Públicas y Socorro de la ONU para los Refugiados de Palestina (OOPS), encargado de prestar servicios a los palestinos, ha enfrentado severos recortes en su financiación desde el ataque de Hamás en el sur de Israel, el 7 de octubre de 2023. Este ataque, que dejó 1.200 muertos y 251 rehenes, marcó el inicio de la guerra.
Diversos países han retirado o congelado su apoyo a la UNRWA tras descubrir que algunos empleados de la agencia en Gaza eran combatientes de Hamás e incluso participaron en el ataque del 7 de octubre.
Desde el alto el fuego, las calles de Gaza reflejan alivio y esperanza. Muchos residentes desean regresar a sus hogares destruidos y retomar sus vidas. “Los habitantes no quieren depender más de la ayuda humanitaria; anhelan reconstruir su futuro. No podemos fallarles”, subrayó Hadi.
El aumento en los suministros humanitarios se atribuye, en parte, a la mejora en la seguridad de los convoyes y la presencia visible de policías locales durante su visita. Aunque no lo confirmó, se presume que esos policías están vinculados a Hamás, que mantiene la autoridad civil en Gaza.
Las imágenes muestran camiones de ayuda custodiados por hombres armados y ciudadanos corriendo detrás de ellos. Sin embargo, las calles dañadas y los desplazamientos masivos dificultan la distribución de alimentos y suministros.
Hadi advirtió que la situación podría complicarse este fin de semana, cuando miles de personas regresen al norte de Gaza, conforme a los términos del alto el fuego.
En los 15 meses de conflicto, las operaciones humanitarias de la ONU han enfrentado obstáculos debido a restricciones impuestas por Israel, actividades militares y saqueos de bandas armadas.
El ejército israelí ha señalado que los ataques y robos de ayuda son constantes, principalmente en el sur de Gaza. Según COGAT, el organismo del Ministerio de Defensa israelí, los convoyes enfrentan amenazas de Hamás y familias criminales conocidas.