El emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, y el primer ministro, Mohammed Abdulrahman Al Thani, advirtieron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que el ataque israelí contra dirigentes de Hamás en Doha obstaculiza los intentos de alcanzar un alto el fuego y un acuerdo para la liberación de rehenes. Ambos expresaron que la operación realizada en suelo qatarí perjudica las negociaciones en curso entre Israel y el grupo islamista.
Israel sostiene que el ataque, cuyos resultados exactos aún no fueron confirmados, puede facilitar un acuerdo. Un funcionario qatarí recordó que Israel utilizó el mismo argumento después de la muerte de Ismail Haniyeh en Teherán en julio de 2024 y de Yahya Sinwar en octubre de 2024. Sin embargo, no se alcanzó un acuerdo de rehenes hasta enero de 2025, lo que generó escepticismo entre los mediadores.
Ese mismo funcionario indicó a las familias de rehenes en Washington que las conversaciones mostraron avances recientes tras las amenazas públicas de Trump contra Hamás. Un miembro de la delegación de familiares confirmó esta información. Una fuente mediadora árabe, en cambio, expresó menor confianza en un resultado positivo, al señalar que Hamás rechazó liberar a todos los cautivos sin garantías de que Israel detendría las operaciones militares.
Las familias de los rehenes, reunidas en Washington con el alto funcionario qatarí, criticaron el ataque israelí. Argumentaron que los líderes de Hamás en el extranjero no habían retrasado el acuerdo y mostraron mayor disposición a negociar en comparación con los dirigentes en Gaza. Esta posición reflejó la frustración acumulada por la prolongación de las negociaciones.
Durante las llamadas telefónicas, el emir y el primer ministro qatarí manifestaron a Trump su indignación por la acción israelí y expresaron que esperaban una condena de Estados Unidos. Señalaron que la operación violó el derecho internacional y ocurrió en territorio de un aliado estadounidense, según una fuente diplomática vinculada al proceso de mediación en curso.
Posteriormente, la Casa Blanca emitió un comunicado de condena, aunque respaldó la postura de Israel. La declaración afirmó que los ataques podían representar una “oportunidad para la paz” y que eliminar a los líderes de Hamás constituía un “objetivo digno”. La respuesta oficial evidenció un respaldo a las justificaciones israelíes a pesar de las objeciones planteadas desde Doha.