La administración Trump evalúa un plan para trasladar permanentemente hasta 1 millón de palestinos de Gaza a Libia, según cinco fuentes informadas. Las discusiones avanzan con seriedad, e incluyen conversaciones con líderes libios, confirmaron dos personas con conocimiento directo y un exfuncionario estadounidense.
A cambio del reasentamiento, Estados Unidos podría liberar miles de millones de dólares congelados de Libia hace más de una década, indicaron las mismas tres fuentes. Aunque no existe un acuerdo final, Israel conoce las negociaciones, añadieron. El Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional no respondieron a solicitudes de comentarios.
Basem Naim, alto cargo de Hamás, grupo designado terrorista por Estados Unidos y que controla Gaza, aseguró desconocer estas discusiones. “Los palestinos permanecen profundamente arraigados a su tierra, comprometidos a defender su patria, familias y el futuro de sus hijos, incluso a costo de sus vidas”, afirmó Naim a NBC News. “Solo los palestinos deciden su destino, incluido el de Gaza”, destacó. Representantes israelíes declinaron comentar.
Libia enfrenta inestabilidad crónica desde la caída de Moammar Gadhafi hace 14 años. Dos gobiernos rivales, uno en el oeste liderado por Abdul Hamid Dbeibah y otro en el este por Khalifa Haftar, luchan por el control en una guerra. El Departamento de Estado desaconseja viajar a Libia por terrorismo, crimen, minas sin detonar y violencia. Ningún gobierno libio respondió a pedidos de comentarios.
La disposición de los palestinos a mudarse voluntariamente a Libia permanece incierta. Una propuesta de la administración ofrece incentivos como viviendas gratuitas y estipendios, según el exfuncionario estadounidense. Sin embargo, los detalles sobre la ejecución del plan resultan vagos, y reubicar a 1 millón de personas enfrentaría enormes desafíos logísticos y financieros.
El costo de este esfuerzo sería elevado, y la financiación permanece indefinida. Aunque Trump ha sugerido que países árabes financiarían la reconstrucción de Gaza tras la guerra, estos critican la reubicación forzada de palestinos. Además, la administración considera a Libia como destino para deportar inmigrantes desde Estados Unidos, aunque un juez federal frenó recientemente estos planes.
Absorber 1 millón de personas supondría una carga significativa para Libia, cuya población actual, según la CIA, alcanza los 7,36 millones. En proporción, equivaldría a que Estados Unidos recibiera 46 millones de personas. Las autoridades aún no determinan dónde se alojarían los palestinos en Libia, pero exploran opciones de transporte por aire, tierra y mar, según una fuente con conocimiento directo.
El traslado aéreo requeriría unos 1.173 vuelos del Airbus A380 a máxima capacidad, pero Gaza carece de aeropuerto. Los palestinos deberían viajar primero a El Cairo, a 200 kilómetros, si Israel prohíbe el paso por su territorio. Por tierra, el trayecto desde Gaza a Bengasi, Libia, implica 1.300 kilómetros, y autobuses de 55 pasajeros demandarían miles de viajes. Por mar, ferris con capacidad para 2.000 personas necesitarían cientos de travesías de más de un día.
Este plan forma parte de la visión de Trump para un Gaza de posguerra, descrito en febrero como “la Riviera del Medio Oriente”, según dos funcionarios actuales, el exfuncionario y dos fuentes informadas. “Tomaremos ese territorio, lo desarrollaremos y crearemos miles de empleos, un orgullo para el Medio Oriente”, declaró Trump entonces. Para lograrlo, insists en reubicar permanentemente a los palestinos.
“No se puede vivir en Gaza ahora. Necesitamos otro lugar donde la gente esté feliz y no muera asesinada”, afirmó Trump en febrero durante una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. La propuesta, que sorprendió a aliados como el secretario de Estado Marco Rubio, generó críticas de países árabes y legisladores estadounidenses de ambos partidos.
“El mundo árabe lo verá como un problema en muchos niveles”, advirtió el senador Lindsey Graham, aliado de Trump. En marzo, Estados Unidos e Israel rechazaron una propuesta egipcia para reconstruir Gaza sin desplazar palestinos. Las tensiones entre Trump y Netanyahu crecen, en parte por una nueva ofensiva israelí en Gaza.
La administración también considera otros destinos para los palestinos, como Siria, tras la caída de Bashar al Assad en diciembre, según una fuente informada y el exfuncionario. Trump impulsa la normalización con Siria, levantando sanciones y reuniéndose con el nuevo líder sirio, Ahmad al-Sharaa, esta semana.