Donald Trump, presidente de Estados Unidos, expresó el sábado su deseo de que Jordania, Egipto y otras naciones árabes incrementen la cantidad de refugiados palestinos que acogen desde la Franja de Gaza. Esta medida podría reducir significativamente la población en la zona, afectada por la guerra, y facilitar su reconstrucción desde cero.
Los Estados árabes, especialmente Jordania y Egipto, han rechazado esta propuesta debido a los riesgos que implica una migración masiva de palestinos. Ambos países temen que esto represente una amenaza para su estabilidad, especialmente porque Israel no ha garantizado el derecho de retorno para quienes abandonen Gaza. Además, no desean ser vistos como colaboradores en el exilio de los palestinos.
Muchos palestinos también se resisten a dejar Gaza por miedo a no poder regresar. Durante la guerra iniciada el 7 de octubre de 2023, más de 100.000 lograron ingresar a Egipto, pero enfrentaron altos costos y la falta de reconocimiento como refugiados por parte del gobierno egipcio.
La administración Biden evaluó brevemente la posibilidad de reubicar temporalmente a parte de la población al inicio de la guerra, pero la idea fue descartada rápidamente ante la firme oposición de Jordania y Egipto.
Trump, conocido por su enfoque poco convencional en política exterior, retomó la idea de una migración masiva mientras su administración busca mantener el frágil alto el fuego en Gaza y planificar la reconstrucción de la Franja, donde más de dos millones de personas viven en medio de la devastación causada por 15 meses de guerra.
En una conversación con periodistas a bordo del Air Force One, Trump describió Gaza como un “sitio de demolición” tras la guerra entre Israel y Hamás. Mencionó que había hablado con el rey Abdullah II de Jordania y que planeaba conversar con el presidente egipcio, Abdul Fatah el-Sissi, el domingo.
La Casa Blanca emitió un comunicado escueto sobre la llamada con el rey jordano, destacando que ambos discutieron “la importancia de la paz, la seguridad y la estabilidad regionales”.
Trump compartió detalles de su conversación con Abdullah, afirmando: “Me encantaría que se hiciera cargo de más cosas porque estoy viendo toda la Franja de Gaza en este momento y es un desastre, es un verdadero desastre. Me gustaría que él llevara gente”. Cuando se le preguntó si la propuesta era temporal o permanente, respondió: “Podría ser cualquiera de las dos”.
“Estamos hablando de probablemente un millón y medio de personas, y simplemente limpiamos todo ese lugar. Ya sabes, a lo largo de los siglos ha habido muchos, muchos conflictos en ese lugar. Y no sé, algo tiene que pasar”, agregó.
En octubre, durante su campaña presidencial, Trump sugirió que Gaza, devastada por la guerra, podría convertirse en un lugar “mejor que Mónaco” si se reconstruía adecuadamente. En sus comentarios del sábado, reiteró: “Es literalmente un lugar de demolición en este momento. Casi todo está demolido y la gente está muriendo allí. Por eso preferiría involucrarme con algunas de las naciones árabes y construir viviendas en un lugar diferente donde tal vez puedan vivir en paz para variar”.
Los líderes de la coalición israelí apoyaron las declaraciones de Trump. Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, calificó la idea como “excelente” y afirmó que ayudaría a los palestinos a comenzar nuevas vidas en otros lugares. Itamar Ben Gvir, líder del partido Otzma Yehudit, también respaldó la propuesta, instando al gobierno israelí a promover la emigración voluntaria.
Desde el inicio de su administración, Trump ha considerado la reubicación temporal de los habitantes de Gaza. Incluso se mencionó a Indonesia como un posible destino, según informes de NBC News publicados antes de su investidura.