El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó optimismo sobre un posible acuerdo de alto el fuego en Gaza durante su intervención en la cumbre de la OTAN celebrada en los Países Bajos.
Según sus declaraciones, se han logrado “grandes progresos” en las negociaciones para poner fin al conflicto en la Franja. Trump vinculó este avance a los recientes ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes, los cuales, afirmó, han influido directamente en la situación. “Creo que debido a este ataque que hicimos, vamos a tener muy buenas noticias. Gaza está muy cerca”, aseguró el mandatario.
En relación con los informes de inteligencia que sugieren que los bombardeos de Estados Unidos e Israel contra Irán solo retrasaron el programa nuclear de Teherán unos meses, Trump desestimó su validez. “Realmente no lo saben”, afirmó, insistiendo en que los ataques provocaron la “destrucción total” de tres sitios nucleares clave en Irán. Calificó la operación como un “ataque devastador” que, según él, forzó a Teherán a aceptar un alto el fuego con Israel. El presidente sostuvo que la acción militar debilitó significativamente la capacidad nuclear iraní, allanando el camino para negociaciones en la región.
Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, respaldó las afirmaciones de Trump al declarar que la “instalación de conversión” esencial para que Irán desarrollara armas nucleares ya no existe. Sin precisar la ubicación exacta, Rubio afirmó: “Todo lo que hay debajo de esa montaña está en mal estado”. Añadió que el programa nuclear de Teherán ha retrocedido considerablemente en comparación con su estado previo a los ataques. Estas declaraciones buscan reforzar la narrativa de que la operación militar logró un impacto decisivo.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, también defendió los resultados de los bombardeos y cuestionó la credibilidad de los informes de inteligencia que minimizan su efectividad. “Cualquier evaluación que te diga que fue algo diferente es especulación con otros motivos”, afirmó. Hegseth señaló que el informe en cuestión carece de solidez y tiene “poca confianza”, reafirmando la postura del gobierno de que los ataques devastaron las capacidades nucleares iraníes.