Los activistas de Meretz tenían previsto protestar el sábado por la tarde ante la casa de la MK del partido de izquierdas, Ghaida Rinawie Zoabi. Pedirán que dimita después de que ella y otra legisladora de la coalición votaran para ayudar a rechazar un proyecto de ley clave, lo que ha desestabilizado aún más al ya tambaleante gobierno.
Tanto Rinawie Zoabi como Mazen Ghanaim, del partido Ra’am, se enfrentan a presiones para que dimitan tras votar con la oposición en contra de una medida para renovar la aplicación de la ley israelí a los judíos de Judea y Samaria. Los otros tres miembros de la Knesset del partido islamista Ra’am se abstuvieron, al igual que MK Idit Silman, del partido del primer ministro Naftali Bennett, y el proyecto de ley no fue aprobado en la votación del lunes por 58 a 52.
Antes de la manifestación en la ciudad norteña de Nof Hagalil, Kan news dijo que Meretz y Ra’am dijeron a Bennett que habían perdido el control de Rinawie Zoabi y Ghanaim, que han rechazado las peticiones de dimisión y han prometido votar en contra del proyecto de ley si se vuelve a someter a votación.
Según el informe, algunos alcaldes árabes también están instando ahora a Rinawie Zoabi a dejar su escaño.
El viernes, el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, advirtió a los distintos rebeldes de la coalición que “cualquiera que ponga en peligro este gobierno desde dentro debe saber que pagará un precio”.
Después de perder su mayoría en la Knesset en abril tras la dimisión de Silman de la coalición, el gobierno ha cojeado de una crisis a otra. Rinawie Zoabi anunció que abandonaba la coalición el mes pasado antes de dar marcha atrás en su decisión días más tarde, aunque esta semana votó en contra del llamado proyecto de ley de Judea y Samaria.
La votación fallida sobre el proyecto de ley fue considerada por muchos, incluido el ministro de Justicia Gideon Sa’ar, que lo encabezó, como una prueba de cuánto tiempo podría aguantar la coalición.
Se cree que la última amenaza para la coalición es el MK de Yamina, Nir Orbach, que fue el centro de las especulaciones el jueves como el último desertor potencial del gobierno.
El MK de Yamina ha negado públicamente los informes persistentes de que está negociando con el líder de la oposición Benjamin Netanyahu para unirse potencialmente al Likud y formar un gobierno alternativo. Pero fuentes cercanas a Orbach han dicho a los medios de comunicación en lengua hebrea que está explorando esa posibilidad.
El Canal 12 informó el viernes de que Orbach ha dado a Bennett un ultimátum para que resuelva sus problemas con los MK renegados de Meretz y Ra’am en el plazo de una semana, o podría apoyar una moción de censura contra el gobierno.
El MK de la derecha ha sido catalogado como un riesgo de fuga en los últimos meses desde la deserción de Silman y ha emitido ultimátums por su continuo apoyo al gobierno.
Tres encuestas realizadas esta semana mostraban que el bloque opositor del líder Benjamin Netanyahu alcanzaría 60 escaños en la Knesset de 120 plazas si las elecciones se celebraran hoy.