Tres terroristas enfrentan cargos formales por una serie de ataques contra civiles y soldados israelíes en Judea y Samaria durante los años 2023 y 2024. La acusación detalla su participación en actividades terroristas que incluyeron atentados con piedras, bombas incendiarias, botellas de alquitrán, explosivos improvisados y otros actos violentos.
Los delitos registrados abarcan lanzamientos de objetos contra vehículos de las FDI, así como ataques directos contra automóviles civiles. En enero de 2024, agredieron un autobús israelí con alrededor de 30 pasajeros a bordo. Piedras y botellas de alquitrán impactaron el vehículo, causando una herida en el pecho del conductor. Este logró frenar justo antes de que el autobús cayera por un acantilado.
Otro ataque se produjo en agosto del mismo año, cuando los acusados utilizaron un globo de gas conectado a un explosivo casero. El dispositivo fue detonado a unos 400 metros de una ciudad israelí.
La detención de los responsables se logró tras una investigación conjunta entre la policía y la Agencia de Seguridad Interna, con apoyo del ejército. En los interrogatorios, los sospechosos reconocieron su implicación en los hechos. La acusación fue presentada tras concluir la investigación.