Las Fuerzas de Defensa de Israel han compartido un documento con los alcaldes del norte que describe el “escenario actualizado” ante una posible guerra total con Hezbolá, según informó The Times of Israel.
La divulgación del documento ocurre mientras Israel se prepara para una respuesta de Irán y Hezbolá por los recientes asesinatos del comandante militar de Hezbolá, Fuad Shukr, en un ataque en Beirut, y del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en una explosión en Teherán.
Israel no se ha adjudicado la responsabilidad de este último incidente.
En caso de un conflicto con Hezbolá, el documento anticipa cortes eléctricos de hasta tres días en algunas ciudades, interrupciones en el suministro de agua que podrían durar varios días, desconexiones de líneas telefónicas fijas por hasta ocho horas y de telefonía móvil por hasta 24 horas, así como interrupciones breves en la radio e Internet.
la guerra podría afectar hasta al 40% de la fuerza laboral del país, y los proveedores de servicios de fuera de las zonas afectadas podrían estar indisponibles durante toda la duración de la guerra, según el informe.
El sistema de seguridad israelí estima que el país podría enfrentar un ataque sin precedentes con cientos de cohetes, con ojivas que varían desde 50 kilogramos hasta 500 kilogramos.
Hezbolá probablemente priorizaría sus ataques contra instalaciones militares israelíes, infraestructura y objetivos civiles, incluidos lugares tan al sur como Tel Aviv, lo que podría forzar evacuaciones masivas hacia Jerusalén y el sur.
Los evacuados serían alojados en hoteles, algunos ya ocupados por desplazados del norte. Si estos hoteles se llenaran, se utilizarían escuelas como refugios temporales.
Además, se están planificando campamentos de tiendas de campaña en el sur, en lugares como Timna y el parque Eshkol en el Néguev, basándose en modelos de campamentos anteriores.
Fuentes de las FDI aseguran que las medidas de protección existentes, especialmente las salas de seguridad, son altamente efectivas contra misiles, incluidos los de Hezbolá. El Comando del Frente Interior y las autoridades locales están preparados para manejar la situación.
Un funcionario de seguridad declaró a The Times of Israel que “la realidad para el otro lado será mucho peor, por decirlo suavemente”.
En un ataque significativo desde el norte, ciudades como Sderot, Ofakim y Netivot, que fueron atacadas en octubre de 2023, podrían convertirse en lugares seguros frente a los misiles de Hezbolá en agosto de 2024.
Yair Maayan, alcalde de Arad, alentó a los residentes del norte a considerar evacuar a su ciudad, mencionando que “cualquiera que quiera también puede quedarse”.