El primer ministro Naftali Bennett instó el domingo a los israelíes árabes a vacunarse, citando las tasas de inoculación relativamente bajas en la comunidad.
“Las tasas de vacunación en la sociedad árabe son demasiado bajas. Por ello, hago un llamamiento a todos los mayores de 60 años para que vayan a vacunarse con la tercera vacuna, la de refuerzo. Salva vidas”, dijo Bennett en un comunicado.
Los árabes israelíes han ido a la zaga de sus homólogos judíos a la hora de recibir la vacuna contra el coronavirus. Según la Sociedad Galilea, una organización sanitaria árabe israelí sin ánimo de lucro, alrededor del 83% de los árabes israelíes mayores de 50 años se habían vacunado a finales de la semana pasada, en comparación con el 92% en el conjunto de Israel.
Alrededor del 51% de los árabes israelíes se han vacunado en total, en comparación con el 66% de todos los ciudadanos israelíes, según la organización sin ánimo de lucro, que basa su análisis en datos del Ministerio de Sanidad disponibles públicamente.
“Hago un llamamiento a los jóvenes que no se han vacunado en absoluto, y son muchos: Salid hoy mismo a vacunaros. Así no se infectarán y no contagiarán. Salvarán la vida de sus seres queridos”, dijo Bennett.
A pesar de las tasas de vacunación relativamente más bajas entre los árabes israelíes, hay pocas pruebas que sugieran que estén detrás de la ola de infecciones que arrasa Israel.
Alrededor del 11% de los casos de COVID-19 se dieron en ciudades y pueblos árabes la semana pasada, a pesar de que constituyen más del 20% de la población. A día de hoy, unas 26 ciudades han sido designadas zonas “rojas” de alta infección; solo una de ellas es árabe.
En términos más generales, el gobierno está considerando la posibilidad de integrar la lotería nacional en su campaña de vacunación, ya que pretende incentivar a los más de un millón de israelíes que aún no se han vacunado para que lo hagan.
Se ha reservado un presupuesto de unos 31 millones de dólares para que las autoridades nacionales y locales ayuden a incentivar a los rezagados en la vacunación, informó el viernes el Canal 12, pero el primer ministro Naftali Bennett y la ministra del Interior Ayelet Shaked aún no han decidido cuál es la mejor manera de gastarlo.
Una opción que se está considerando es ofrecer una mayor financiación a las autoridades locales con mayores tasas de vacunación, con el fin de alentar a los líderes locales a impulsar las tasas de vacunación, dijo la cadena. Otra propuesta consistiría en compensar directamente a los individuos, ofreciendo cientos de shekels a las familias por cada niño mayor de 15 o 16 años que se vacune.
Otra opción que se está considerando es reclutar la lotería nacional, que incluiría a los que no se vacunen en una rifa, en la que un ganador recibiría un gran premio y otros 100-200 recibirían premios por valor de decenas de miles de shekels en total, informó el Canal 12.
Bennett, Shaked y el ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, apoyan la iniciativa, según el informe, pero se ha enfrentado a obstáculos legales por estar disponible solo para una parte de la población.