En una declaración conjunta con el ministro austriaco de Asuntos Exteriores, Alexander Schallenberg, el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, ofrece un mensaje de unidad en hebreo.
“El objetivo del terrorismo no es sólo golpear a inocentes, sino hacer que nos odiemos y nos enfademos unos con otros”, dice. “Para socavar y separar a la sociedad israelí desde dentro”.
“Los terroristas quieren ver disturbios violentos en las calles de Israel”, continúa Lapid en hebreo.
Lapid subraya que las expresiones de odio no mejoran la seguridad, sino que crean miedo y dificultan el trabajo de las fuerzas de seguridad.
“No dejaremos que los terroristas determinen nuestra política, y no dejaremos que los terroristas nos destruyan por dentro”, dice. “Ante las difíciles perspectivas, debemos unirnos y mantener el autocontrol”.
Dirigiéndose a Schallenberg en inglés, Lapid dice que eventos como la Cumbre del Néguev de esta semana son “la mejor respuesta al terror”.
“La paz y la amistad son la alternativa a la violencia y el caos”, continúa. “Elegimos la paz a través de la fuerza”.
Esta fue la primera reunión de los ministros desde enero, cuando Lapid contó la historia de la muerte de su abuelo en una ceremonia en el campo de concentración de Mauthausen, en Austria, y abrazó a Schallenberg después de su discurso.
Schallenberg, hablando en inglés, comienza enviando sus condolencias a las familias de las víctimas del “horrible ataque”.
“Quiero que ustedes, y el pueblo de Israel, sepan que Austria está al lado de ustedes”, dice. “Estamos llevando a cabo esta lucha juntos”.